Supercopa rocambolesca pero trascendente

Isco celebra su gol ante el Valencia

Isco celebra su gol ante el Valencia / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

¿Qué pinta una Supercopa de España en Arabia, en pleno enero, que podría ganar un equipo que ni ha ganado la Liga ni la Copa? Pues pinta lo que pinta el dinero, ni más ni menos. No hay otra explicación, ni hace falta retorcerse los sesos para entender cómo se ha llegado a este escenario pintoresco e imposible de justificar si no es por un inconfesable montón de euros. Como decía ayer Valverde, siempre sincero, el fútbol  “es una industria” y admitió además que prefería la Supercopa antigua y genuina: “solo hay un campeón de Liga y un campeón de Copa”. Lo cierto es que, independientemente del exotismo de esta Supercopa sobrevenida y del formato de competición estrambótico, el Barça se juega hoy el pase a disputar un título y, lo que es lo más trascendente, la opción a disputar un clásico, un partido del que se sabe cómo se entra pero no cómo se sale. Pero antes tendrá que superar el reto de eliminar al Atlético, un hueso muy duro de roer, que además servirá para mesurar en qué punto exacto se encuentra el equipo después del parón de Navidad y de la decepcionante actuación en Cornellá. Mucho más que un título, lo que se juega hoy el Barça de Valverde es demostrarse a si mismo de una vez que mantiene las constantes vitales altas y que es capaz de competir al máximo nivel en un gran partido.  Y es que el Barça es en estos momentos un vaso a medias que permite siempre dos lecturas ambivalentes: por el juego está medio vacío, por los resultados (líder en LaLiga y en octavos de Champions) está medio lleno. Esta aparente contradicción  dificulta un diagnóstico claro y una necesaria autocrítica. Por eso esta Supercopa rocambolesca y diabólica, que en enero es sumamente más peligrosa que cuando se jugaba en agosto, ejercerá paradójicamente de barómetro del estado real del equipo. Prueba de que en el fútbol, incluso lo más folclórico, puede terminar teniendo consecuencias muy serias.