Sobrevivir hasta que lleguen los refuerzos

Xavi Hernández en la previa del Barça-Elche de la Liga 2021/22

Xavi Hernández en la previa del Barça-Elche de la Liga 2021/22 / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Ganar. Ganar como sea. Es el único objetivo que tiene el Barça para los dos próximos partidos de Liga. Ganar esta tarde al Elche y ganar el martes al Sevilla para sumar 6 puntos de 6 antes de las minivacaciones navideñas. A la espera de los refuerzos, recuperando lesionados (Pedri y Ansu, principalmente) y fichando en el mercado de invierno (Ferran Torres es la gran apuesta), el Barça tiene que sobrevivir para después poder escalar posiciones hasta los puestos de Champions.

Xavi tiene lo que tiene. Y con esta plantilla está obligado a hacer milagros. Asume el reto con valentía y mucha ilusión, pero siendo consciente de que el equipo no tiene, en estos momentos, nivel para competir. Ni se crean ocasiones ni se marcan goles. El escaso talento ofensivo condiciona la capacidad para lograr victorias. De hecho, los números en la Liga demuestran estas carencias: el Barça solo ha sido capaz de ganar 6 partidos de 16. Unos registros de equipo mediocre, que le han situado a un abismo (18 puntos) del líder, el Madrid. Pensar en ser campeones es una utopía. La distancia es insalvable. Hay que focalizar los esfuerzos en quedar entre los cuatro primeros. Y ese modesto objetivo, para un club como el Barça acostumbrado a luchar por los títulos, es factible. Difícil (el Atlético está a 5 puntos), pero posible.

Pero hay que ganar. Y no parar de ganar. Empezando por el partido de esta tarde ante el Elche. Un rival que, en condiciones normales, podría ser considerado asequible. Aunque en la actual situación del Barça, cualquier contrincante es de riesgo. Hay que cambiar la dinámica. Como sea. Salir de esta espiral de derrotas que atenaza al equipo. Aunque las dificultades para hacerlo sean extremas. El propio Xavi reconoció ayer (en un ejercicio de crítica y transparencia) que estaba sorprendido por el hecho de que había futbolistas del primer equipo a los que les costaba entender el juego de posición.

Con este nivel resulta impensable poder mejorar. Pero hay que hacerlo. El técnico volvió a mostrarse optimista. Preocupado por la realidad pero convencido de poder cambiarla cuando empiecen a llegar los resultados. Cree que se han mejorado muchas cosas, pero que están quedando tapadas por la falta de victorias. Ahora la prioridad es lograr triunfos reparadores que calmen las urgencias. Esta tarde es una buena oportunidad para hacerlo. Hay que hacerlo.