Setién, por fin, ha dado con la tecla

El Barça ganó en La Cerámica

El Barça ganó en La Cerámica / EFE

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

No era fácil jugar el partido de ayer en Villarreal. Por el clima enrarecido y por la convicción de que el Madrid debe ganar esta Liga sí o sí. Da la sensación que, haga lo que haga este Barça, igual no llegarán a alcanzar a un equipo que acumula tantos favores del VAR que esto comienza a oler fatal. Pero el equipo salió con la convicción de vender cara su piel y firmaron los mejores 45 minutos no ya de la era Setién sino de toda la temporada.

El entrenador, muchas veces criticado, fue capaz de dar con la tecla para que el tridente pueda jugar de salida y rinda como debe ser por su incontestable calidad. Sencillamente, centró a Griezmann jugando casi como segunda punta y atrasó a Messi con libertad de movimientos. Y fueron un vendaval.

Ganar esta Liga está más que complicado. El Madrid no juega a casi nada, pero los árbitros le están echando una mano decisiva en jugadas puntuales. Y los detalles, hoy por hoy, son decisivos. Contra esto, el Barça no puede luchar, pero queda claro que lucharán hasta el último minuto para complicar las cosas y esperar algún milagro.

Lo más importante, a parte del resultado, es recuperar sensaciones. Porque la Liga puede escaparse, pero si el equipo logra dar este nivel en la Champions, aquí puede pasar cualquier cosa. Las sensaciones que se vieron ante el Villarreal parecían olvidadas desde hacía mucho tiempo y el Barça lo que necesitaba ahora es este baño de autoestima para creérselo. Setién ha aportado su grano de arena, pero los futbolistas han dado un paso al frente. La victoria más grande fue comprobar que este Barça tiene nivel y juego para ganar cualquier título. Y sin ayudas.