Setién y la defensa del estilo

El Barcelona no jugó un gran partido frente al Granada. Le alcanzó con un gol de Messi, como casi siempre. Pero lo que hay que sacar como positivo del estreno del nuevo entrenador Quique Setién es que los jugadores sostuvieron la idea de juego, respondieron a las pretensiones del entrenador.

La tenencia de la pelota fue exagerada quizás, al Barça le faltó ser más punzante en los metros finales, y tendrá que pulirlo y trabajarlo. Pero a priori el entrenador garantiza que se fortifique la idea del juego de posesión que históricamente pregona el futbol del Barcelona. Hay que darle tiempo y tener mesura. 

El equipo culé extraña la presencia de volantes más punzantes, que sorprendan participando del ataque e incluso haciendo goles. El último fue Iniesta, y desde su partida al equipo le cuesta más llegar al gol. Ni Busquets, Rakitic, ni Vidal aunque participen en la tenencia de la pelota pueden suplir a ‘Don Andrés’ . 

La tenencia, el sello de Setién

Digamos que el entrenador denuncia que su sello será la tenencia, el respeto por la pelota, y sostener la idea de juego. De momento Jordi Alba es más incisivo que los volantes. Es cierto que no estuvo Suarez y que el equipo lo extrañara. Y que Griezmann se está adaptando aún. Pero la agarra Messi y se termina el partido. 

Pero digamos que a un entrenador como Setién, cuyos equipos jugaron con su sello de estilo, la calidad de los jugadores  tiene que hacerle la tarea más fácil porque el equipo está acostumbrado jugar con la pelota, incluso la última línea defiende con más espacio .  

Bienvenida sea la victoria en su debut pero deberá corregir la posesión, si diez metros más adelante o más atrás justamente para ser más desequilibrante y sorprender más  al rival. 

El compromiso de una idea

Ningún entrenador deja de interpretar este juego ni defender una idea que no sea para ganar. Y tampoco ninguno se sostiene invicto siempre. Lo que no se puede perder es el compromiso con una idea que se puede corregir y fortificar en el trabajo diario para buscar la mejor versión de un equipo. Esa idea está vigente y se evidenció en el campo de juego y en el resultado. 

En los jugadores noto que siguen en el club con el compromiso de las obligaciones que conlleva vestir la camiseta azulgrana. Tienen claro sus responsabilidades y el camino a seguir. 

Después de Pep Guardiola todos los entrenadores intentaron respetar el estilo de juego, algunos con ciertas modficaciones,  pero siempre se intentó jugar al futbol teniendo el mayor tiempo la pelota que el rival y administrándola mejor que el adversario, a algunos les salió mejor que otros, e incluso como Luis Enrique intentaron con éxito apostar por una evolución hacia un juego más directo. Cada entrenador busca darle su impronta a sus equipos.

Cinco toques

No veo ni a Piqué ni a Busquets tirar pelotazos. Lo ideal sería dar cinco toques y pasar mitad de campo pero no siempre se juega con tanta comodidad y para encontrar los espacios hay que mover más el balón, para romper líneas. 

Lo que modifica el juego actual del equipo blaugrana es la construcción del medio campo. Sin De Jong, el Xavi actual , no tiene la misma gestación de jugada. Habría que encontrar un Iniesta algo difícil, o volantes por afuera que rompan líneas, busquen la pared con el compañero, ataquen al espacio y además desborden y pateen al arco. No se encuentran a la vuelta de la esquina, pero el Barça necesita volantes con más llegada. 

Me detengo en Riqui Puig, un jugador interesante, al que se ve con posibilidades. Es injusto echarle en cara a Valverde no haberlo utilizado más. Los jugadores necesitan una maduración, no se puede tirar a la cancha a un joven solo para cumplir con la expectativa de hacerlo debutar y congraciarse con aquellos que sueñan con más jugadores surgidos de la cantera en el primer equipo.

Respetar los procesos

Hay que respetar los procesos y solo con el tiempo sabremos si este chico estaba preparado para jugar como titular en el primer equipo del Barcelona. Condiciones tiene pero a esas condiciones hay que sumarle otros aspectos. 

Hay un mérito impresionante en que el Barcelona no haya perdido en los últimos 15 años su protagonismo como uno de los grandes equipos del mundo.

Es cierto que coinciden esos años con la presencia de  Lionel Messi en el equipo y de grandes jugadores. Pero celebro que con matices, se siga defendiendo el estilo de juego de posesión. Pero como a todos los grandes se le exigirán resultados. Y acá no hay debate: hay que, además de jugar bien, ganar