Semana importante, Barça

Gerard Piqué fue expulsado en el derbi contra el Espanyol

Gerard Piqué fue expulsado en el derbi contra el Espanyol / David Ramírez

Gerard López

Gerard López

El Barça ya va configurando un once tipo y un dibujo más reconocible, pero uno tiene la sensación de que el equipo tiene mucho potencial, sobre todo desde el punto de vista ofensivo, pero en cambio, defensivamente, siguen penalizando mucho las lagunas, los pequeños errores, y el equipo no es capaz de dejar la portería a cero. La realidad es que o se completa un partido en ataque redondo, como ocurrió ante el Atlético de Madrid, o se siguen escapando los puntos. El ejemplo más reciente lo encontramos en el derbi.

Y es que este Barça no acaba de alcanzar la regularidad que le daría firmar un gran partido ofensivamente, pero también en defensa. Contra el Espanyol, Ter Stegen volvió a encajar dos goles. El primero, desde fuera del área, y el segundo, tras un error puntual, pero no fue un rival que llegara una y otra vez a la portería y que el meta alemán tuviera que aparecer. Este es el problema. Los blanquiazules tuvieron una máxima efectividad, como ya ha pasado anteriormente con otros rivales, y acrecienta la sensación de que el Barça tiene que atacar muy, muy bien para ganar porque, si no lo hace, se sangra en defensa y se deja puntos por el camino. 

Especialmente el regreso de Pedri tras la lesión y el fichaje de Adama, y en otra medida, los de Ferran y Aubameyang, permiten pensar que el Barça es ahora más poderoso que cuando cayó eliminado en la Champions, fue a parar a la Europa League y le tocó el Nápoles.

Precisamente, el equipo italiano es el próximo rival de los azulgranas en un partido importantísimo, el primero de la historia en la Europa League para el Barça y que los de Xavi deben plantear con toda la motivación. El hecho de que se haya eliminado el valor doble de los goles en campo contrario para desempatar provoca que no tengas que sufrir tanto por si encajas en el Camp Nou.

El Barça tiene que jugar un partido ofensivo ante un Nápoles que se cerrará en campo propio y buscará las contras. Hay que repetir las buenas vibraciones que tuvo el equipo desde el minuto 1 el día del Atlético, una referencia que, sumada a la de algunas fases contra el Espanyol, puede ser muy positiva.

Es una competición que puede y debe enganchar al aficionado. El Nápoles es un rival de entidad que pasa por un buen momento y que exigirá al Barça estar concentrado y con los cinco sentidos en alerta. Vuelve la ilusión europea con la posibilidad de colocar en las vitrinas un título que, como Europa League, nunca se ha ganado. 

Y pasado el Nápoles, volverá la Liga en una semana que es clave para seguir competiendo y ascender lo máximo posible en la clasificación. Mestalla será un gran escenario y el Valencia de José Bordalás, un rival durísimo para el Barça. Dos auténticas pruebas de fuego.