Los secretos de Messi y Rubén
Es el bombazo periodístico del año, la entrevista que todo el mundo buscaba, la primicia más deseada. Lo es por la magnitud del personaje, Leo Messi, y por la inesperada noticia que tenía previsto soltar: su envainada y la consecuente continuidad en Can Barça. La consiguió el compañero Rubén Uría y a tenor de lo visto en el momento de su emisión y también en ‘El golazo de GOL’ este lunes, se llevará algún secreto a la tumba. Y no me refiero al tan criticado asunto de las chanclas que no deja de ser una anécdota, reveladora, pero anécdota al fin y al cabo. Puestos a quejarse de la imagen ofrecida se podría censurar el rincón de la casa escogido, el contraluz que llevaba incorporado o que se rodara con solo dos cámaras.
EL SECRETO QUE URÍA SE LLEVARÁ A LA TUMBA
Es por qué él fue el elegido “estaba tan nervioso que no se lo pregunté” y también cómo se fraguaron los detalles. El periodista se pasó por GOL e hizo como Messi, explicó lo que le interesó contar. Dejó claro que Leo “quería trasladar un mensaje”, que era “muy normal y muy cercano”, detallando incluso que le abrió la puerta de su casa personalmente, que le ofreció un vaso de agua y que sus chiquillos corrían por ahí. Incluso le soltaron si era una conversación “dirigida o pactada” pregunta de la que se zafó hábilmente. No tendría que ser un problema que contara si había un pacto previo, el resto es sana envidia.
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