Que te sea leve, Xavi

Carme Barceló

Carme Barceló

Que te sea leve, Xavi. A ti y a todos y a todas las que se envuelven en la bandera blaugrana en tiempos de tensión. No lo califico de ‘guerra’ porque la sangre no ha llegado al río y el ‘seny’ de aquí (sobre todo) y el de allá (menos) nos ayudan a situarnos en la realidad.

Volvemos a la trinchera, Xavi. Qué te van a contar a ti, que te lo has ganado en el campo y también en el banquillo, algo con lo que no contaban allende nuestras fronteras. Te esperaban. Aguardaban al ‘novato’ agazapados entre las ramas del sistema y esperando tu fracaso.

Europa te dio un varapalo pero la Liga española reconoció el esfuerzo, el trabajo y el antónimo del eterno rival, al que lo local parece importarle poco y lo internacional, mucho. Qué curioso. La temporada anterior resulta que fue el Barça el que lució con su título de proximidad y su Supercopa en tierras árabes. Qué curioso, insisto, y qué revelador.

Resistir es sinónimo de sufrir. Qué te van a decir a ti, Xavi, que tienes que hacer ‘mans i mànigues’ (‘poner todos los medios para conseguir alguna cosa’, en versión catalana) con lo que tienes en casa y lo que se juega más allá del césped. Qué le van explicar a veteranos de guerra como Sergi Roberto o Marc-André ter Stegen.

Incluyo en la lista por méritos propios a los Gavi, De Jong, Balde, Araujo e incluso a estrellas de hoy y de siempre como Lewandowski o Gündogan, que saben que han venido a padecer, a ganar, a perder y a sumar conscientes de la realidad. Nadie les ha embaucado. Saben lo que hay y aquí están, compartiendo toallas y taquillas con los Lamine Yamal, Marc Guiu y/o Fermín. Valorándolos. Alentándolos. Contándoles batallitas de la Premier y de la Bundesliga. Con baberos compartidos. Desde el buen rollo que supone saberse al otro lado. Ustedes ya me entienden. Y ellos, también.

Esta tarde, Champions y el sábado, clásico. Este último, inundado de lágrimas de un equipo que se sabe perdonado pero que utiliza pasados para justificar presentes. Con un entrenador en el banquillo que no saben si estará mañana o se irá a Brasil a vivir la vida (que se lo merece, las cosas como son). Presionando desde una televisión propia y privada que nunca fue replicada por la añorada Barça TV, un ejemplo de clase desde el día que nació hasta el final. Real Madrid TV, con reportajes vergonzosos y vergonzantes, presionan y provocan. Una gota malaya persistente que acaba penetrando en una opinión pública ávida de justificaciones.

Que te sea leve, Xavi, aunque tienes callo para esto y para más. Nadie que no sea de La Masia entiende tu apuesta valiente y arriesgada, fruto de la propia experiencia y de la necesidad. En el Barça se lanza la moneda al aire cada mañana, cuando suena el despertador. Es lo que tiene un club gestionado como una empresa familiar, siempre al límite y un mensaje que camina entre lo pertubardor, el amor y el ‘carpe diem’. Que te sea leve, Xavi. Nadie como tú para       torear en estas plazas.