Sin salidas, el Barça casi no podrá fichar

Una vez acabada la temporada, el Barça juega ahora su partido más importante. El nuevo presidente, Joan Laporta, se ha encontrado una herencia diabólica que le complicará sus ansias de construir un proyecto netamente ganador. Y la principal clave de todo este asunto se encuentra en el rompecabezas salarial de una primera plantilla carísima y difícil de renovar. No es ya que la deuda del Barça sea astronómica, ni que la pandemia haga que el mercado futbolístico esté más devaluado que nunca sino que está atado de pies y manos por unos salarios que casi nadie en Europa puede pagar y que impiden una operación salida normalizada. Al Barça no le queda otra que, o bien rebajar sueldos, o intentar colocar a diez o doce jugadores para tener opciones de fichar. Porque lo que tienen clarísimo desde las oficinas de can Barça es que no se podrá fichar si no son capaces de traspasar, ceder o, incluso, regalar a algunos futbolistas que aquí en el Camp Nou ya no tienen prácticamente recorrido deportivo.

Laporta deberá confiar en su área deportiva para que le solucionen el marrón. Y tiene esperanzas en ello porque si hay una cosa que ha hecho bien el Barça en los últimos años es vender a futbolistas que parecían incolocables. Es probable que no se ingrese lo deseado, pero lo que cuenta aquí es ahorrarse salarios para evitar un drama. Mateu Alemany y Ramon Planes son profesionales de esto y si destacan por alguna cosa es por los contactos que manejan. Es el momento de tirar de ellos para aligerar masa salarial para construir el presente y el futuro. Serán momentos delicados también porque aquí van a caer jugadores que lo han ganado todo en este club y que forman parte ya de la leyenda blaugrana. Otros ya se fueron en su momento y es ley de vida que este verano alguno deba hacer las maletas para dejar el Barça. Será un último servicio y el club deberá tener un tacto que, muchas veces, en el pasado no se tuvo. Si se quiere volver a optar a ganar la Champions, no queda otra que hacer limpieza.