La resurrección de Sergio

Sergio Busquets, en el Barça - Granada

Sergio Busquets, en el Barça - Granada / VALENTÍ ENRICH

Xavi Torres

Xavi Torres

Tras la catástrofe de Lisboa, Gerard Piqué atendió a la prensa y se puso a disposición del club. Él y otros veteranos fueron señalados como los grandes culpables del tremendo desaguisado ante el Bayern. Uno de ellos, Sergio Busquets. Tras 12 temporadas como azulgrana con cerca de 600 partidos jugados tocaba poner el punto y final. Fuego nuevo. Se han ido veteranos como SuárezVidal Rakitic o futbolistas como SemedoRafinha, Todibo o Arthur, algunos por motivos técnicos y otros porque el club necesitaba aligerar sus números.

Sergio, sin embargo, que es veterano y tiene una gran ficha, sigue en can Barça. Y es titular. Y también lo es en la selección de Luis Enrique. A pesar de haber sido educado como medio centro único a Sergio jamás le ha asustado el doble pivote. En 2010 fue campeón del mundo con la España de Vicente del Bosque al lado de Xabi Alonso - que ya jugaba con esta fórmula en el Real Madrid- superando todas las presiones a las que fue sometido tras la derrota ante Suiza (1-0) en el estreno mundialista. Al final del campeonato no había debate: de todos los medios centro, el mejor fue Busquets.

En el Barcelona actual comparte demarcación con De Jong, otro futbolista con más escuela en este dibujo que asombró en el Ajax compartiendo posición con Lasse Schöne. El club, incluso, ha fichado otro especialista como Miralem Pjanic, otro grande en el doble pivote, para mejorar las prestaciones del equipo. Sin embargo, hasta el día de hoy, la crítica coincide: De Jong debe espabilarse y Pjanic, esperar porque, una vez más, Sergio es el mejor. 

La esencia de todo es que el centrocampista entiende el juego como nadie. Entonces, ¿por qué tantos especialistas se pusieron de acuerdo en que su ciclo azulgrana debía finalizar? Seguramente porque Sergio, como el resto del equipo, no hizo una buena temporada y la crítica valoró su trabajo de manera individual. Y por ahí, Sergio pierde. Su aportación coral debería leerse siempre en clave colectiva ya que sus características no casan con las fotos que se usan en las portadas de los periódicos.

Nadie como él mezcla tan bien los espacios y los tiempos; nadie es capaz de jugar mejor en campo contrario ni saltar a la presión con tanta precisión y oportunidad; nadie resuelve problemas en tan poco espacio y tampoco nadie puede ejercer de mejor y más rápido suministrador de balones a Leo Messi - elemento clave para el éxito del equipo-. Sin embargo, nada esto es posible sin que el equipo juegue junto; sin que los delanteros trabajen en la recuperación del balón; sin que la posesión sea una religión; sin que Sergio deba correr de costado a costado y de área a área. Y Ronald Koeman lo sabe.