Opinión

Lo más probable es que Xavi siga

Xavi Hernández, dirigiendo una sesión del Barça

Xavi Hernández, dirigiendo una sesión del Barça / Valentí Enrich

El fútbol, como la vida, es caprichoso, volátil, sorprendente y maravilloso precisamente porque es impredecible. El destino ha querido que el mismo Barça que transmitía a finales de enero sensaciones desastrosas y provocó el autocese de Xavi sea ahora un equipo que, sin ser excelente, transmite solidez y ha encontrado la energía con el talento de los jóvenes. El entrenador que no convencía a nadie en las ruedas de prensa ha encontrado de repente un relato creíble con su meritoria apuesta por la Masia, y tenemos la sensación de que el partido que él explica vuelve a ser el que hemos visto todos. Incluso puede que su idea de que su dimisión en diferido ayudó a reaccionar al equipo y a quitarle presión no sean tan descabellada como nos pareció al principio.

Cierto, si el Barça cae sin honor contra el PSG y no exhibe un juego convincente en su visita al Bernabéu, estas buenas sensaciones pueden disiparse definitivamente, pero lo que es innegable es que el estado de ánimo de la ‘culerada’ está muy lejos de la depresión en la que ha vivido la mayoría de este curso. Podría darse incluso el caso de terminar la temporada sin ganar ningún título pero con la sensación de que se ha enderezado el camino.

Cuando el listón se puso demasiado alto y el presidente y Xavi hablaban de “optar a todo”, el equipo se estrelló. Pero cuando se ha llegado al fondo del pozo y las expectativas se han hundido, cada partido ganado, cada paso hacia adelante, ha sido celebrado como una gran victoria. Lo cierto es que la situación ha dado un vuelco y el propio Laporta ya dice abiertamente en público que quiere que Xavi siga y que los candidatos a entrenar al Barça la próxima temporada tendrán que esperar a ver si el de Terrassa se lo piensa.

Hay quien argumenta que una vez hizo pública su renuncia con tanta contundencia ya no puede recular porque vería mermada su autoridad. Pero si ha cambiado el contexto, ¿por qué Xavi no tiene derecho a rectificar? ¿Es que está prohibido repensar una decisión? En el club cala cada vez más fuerte la idea que Xavi está en proceso de aprendizaje y que su dimisión en diferido forma parte de su crecimiento como técnico.También se cree que no habrá ningún otro entrenador que apueste tanto por los jóvenes, el gran legado de la era Xavi, da igual como termine esta temporada.

Todo puede torcerse, pero estamos a muy pocas victorias de que Montjuic coree en masa “¡Xavi, quédate!” y se cree el estado de ánimo perfecto para que anuncie su renovación. Para Laporta sería volver a tener un paraguas y podría exhibir con razón que es un presidente de proyectos largos. Atención, porque la continuidad de Xavi le empieza a convenir a él mismo, a la junta y a la afición. Y cuando una cosa interesa a tanta gente, suele acabar sucediendo.

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