El precio de pagar una cláusula

El Atlético puede sancionar a Griezmann

El Atlético puede sancionar a Griezmann / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça hará efectiva la cláusula de Griezmann en las próximas horas o, para ser más precisos, facilitará el dinero al jugador para que la deposite él mismo. Es un procedimiento legal y legítimo, contemplado por la legislación española, y que por cierto se ha usado a menudo por equipos de LaLiga en los últimos años.

Pero el Barça, curiosamente, es de los menos asiduos a ponerlo en práctica. Hasta hoy solo lo había hecho tres veces: el 15 de agosto de 1997 pagó en el último minuto los 4000 millones de pesetas para arrancar a Rivaldo del Deportivo de Lendoiro, el 26 de mayo del 2008 invirtió 14 millones de euros en la rescisión del contrato de Keita por el Sevilla y, hace un año, el 11 de julio del 2018, con Lenglet, también procedente del Sevilla.

Si la ejecución de la cláusula se hace tan poco a menudo es básicamente porque se trata de un acto hostil. En el caso de Griezmann no es ni siquiera eso: se trata de un acto que el Atlético hace pasar por hostil cuando en realidad no lo es. El club colchonero sabe perfectamente que el futbolista se va a ir y el teatro de los últimos días le va a permitir terminar cobrando la cláusula íntegramente.  

Lo cierto es que el pagador de la cláusula, y más si es el Barça, queda como el ‘malo de la película’, aunque en el caso de Griezmann, tal como se ha desarrollado, el que quiera vender esta película tendrá que hacer auténtico esfuerzos literarios para construir este relato.

El otro precio que ha tenido que pagar el Barça es escuchar que el retraso en la cláusula se debía a problemas financieros y que ha tenido que pedir un crédito para hacer frente a la cantidad, algo que ha desmentido contundentemente cuando se le ha preguntado al club ‘off the record’. En cualquier caso, el fichaje de Griezmann llega hoy a su fin.