Poner fechas es un brindis al sol

Leo Messi y Fabián Ruiz disputan el balón durante el Nápoles-Barça de la Champions 2019/20 disputado en San Paolo

Leo Messi y Fabián Ruiz disputan el balón durante el Nápoles-Barça de la Champions 2019/20 disputado en San Paolo / JAVI FERRÁNDIZ

Ernest Folch

Ernest Folch

La UEFA, tal como estaba cantado, tomó la única decisión posible: aplazar la Eurocopa al 2021 y dar prioridad al fútbol de clubes por encima del de selecciones. También decidió aplazar la final de la Champions hasta el dia 27 de junio y la de Europa League hasta el 24.

El problema es que en estos momentos, con la epidemia avanzando en España y en el centro de Europa de manera exponencial, no es nada creíble hablar de ningun calendario concreto, por muy lejano que se fije. Y es que por mucho que se pongan fechas, hay demasiados factores que convierten cualquier decisión en provisional y revisable al cabo de pocos días. Se anuncian fechas, sí, pero nada se dice (porque no se sabe) de cómo afectará a los jugadores una reclusión tan prolongada, de la diferencia temporal entre países (unos estan en fase avanzada, otros en incipiente), del método de competición que habría que consensuar para llegar al término previsto, por no hablar de qué sucedería si uno o varios equipos participantes han tenido o tienen infectados en sus filas cuando se reanude la competición. Ayer, el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, insinuó que no permitirá jugar en condiciones de calor sofocante para preservar la salud de los futbolistas, algo que equivale a descartar prácticamente los meses de julio y agosto. Es decir, pueden decidir lo que quieran, pero todos sabemos que poner fechas ahora mismo es lo más parecido a un brindis al sol.

LA INJUSTICIA DEL COI

Y de todos los brindis al sol quizás el más grotesco es el del COI, que ayer decidió continuar con la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio. Con medio mundo infectado y miles de deportistas de élite (entre ellos, todos los españoles) que no podrán entrenarse y por lo tanto competirán en inferioridad de condiciones, es una absoluta injusticia mantener la fecha de los Juegos Olímpicos. El presidente del COE, Alejandro Blanco, advertía ayer con razón que habría deportistas que competirían en desigualdad. Porque si llegasen a celebrarse (algo por cierto poco creíble por mucho que el COI vaya lanzando comunicados), serían las olimpiadas más descafeinadas e irrelevantes de la historia, con resultados y clasificaciones difícilmente homologables.