Están pasando cosas

Messi, durante la entrevista

Messi, durante la entrevista / SPORT

Rubén Uría

Rubén Uría

Están pasando cosas. Sí. Está pasando que durante un año se ha publicitado y aireado que Messi volvía y las partes estaban cerca. Y ahora, que finalmente no vuelve, la sensación es que esto ha acabado peor que hace dos años. El ridículo ha sido tan espantoso como innecesario.

Nada más acabar la entrevista con SPORT y Mundo Deportivo en París (enhorabuena a Masnou-Polo), se descubrió el ‘panettone’. ¿Pudo haber vuelto Messi? Nunca fue imposible, pero siempre fue muy difícil. Mucho. Quería volver, preparar la Copa América y despedirse como merece. El dinero no era problema y habría jugado por el salario mínimo. Nunca tuvo una oferta formal del Barça. Nunca. Se le presentó una declaración de intenciones, sin firma, ni sello, ni garantías. Válido para un canterano, inasumible para un tipo con siete Balones de Oro.

El Barça tenía hoja de ruta, pero no la podía ejecutar de manera inmediata y Leo no quería revivir lo de 2021. Recuerden: le dijeron que volviera de vacaciones para renovar y al día siguiente estaba en la calle. Si te engañan una vez, la culpa no es tuya. Si te engañan dos, el culpable eres tú.

Esperar suponía acometer varias rebajas de salario y ventas. Caramelo envenenado. Esperar al club de tu vida mientras ves cómo eres el detonante de que le rebajen el sueldo a compañeros y vendan a otros. Papelón en cualquier vestuario. “Deben salir jugadores para que Messi llegue”, se dijo.

Pasó lo de Barça TV y alguna veleta dejó caer eso de “todo por Messi”. Hay más. Hay gente en el club no quiere que Messi vuelva. Laporta no es dudoso porque su reputación sale dañada. Nadie quiere ser recordado como el presidente que dejó ir al mejor jugador de la historia y como el que tampoco logró que volviera. El orden de los factores no altera el producto.

Felicidades a las partes que filtraban su verdad y no la verdad, porque les interesaba el RT fácil o la suscripción. Nada contra ellos, sí contra ese espíritu. Enhorabuena a Xavi por su incontinencia verbal y felicidades a los que contaron que Messi volvía al Barça, que son los mismos que nos dijeron que se iba a Arabia. Bien jugado. Han logrado lo imposible. Empeorar lo que pasó hace dos años. Algo no es de ley si el Barça no puede hacer una oferta formal al mejor jugador de toda su historia y de todos los tiempos.

Algo no funciona si todo vale por un 'RT'. Algo no cuadra si un club retransmite sus negociaciones, minuto a minuto, en cada portal o restaurante, como si fuera el circo de Manolita Chén. Algo no va bien si el Inter de Miami deja a todos a la altura del betún.

Están pasando cosas. Está pasando que el club no puede tolerar este esperpento. Y está pasando que si el Barça pierde su imagen, lo pierde todo.

NÚMERO UNO

Guardiola heredó las esencias de Cruyff y sublimó su herencia. Con Pep nunca es ganar, sino cómo gana. Su Barça, aquel equipo eterno, es irrepetible.

Hoy su Manchester City deja una impronta memorable. Fragancia de fútbol. Pep ya tiene la Champions que le reclamaban los que le llamaban fracasado. No será la última. Llegarán más. Es un número uno.

ELIJE TU PROPIA AVENTURA

Verano. A un lado, la diversión: la cultura del ‘click’, el fichaje exprés. la venta de humo y los dos mil nombres que sonarán. Al otro lado de la ventanilla, la realidad: rebaja salarial, fair play, ventas, agentes libres y una mudanza complicada.

Al socio culé le queda el título de aquellos libros para adolescentes: “Elige tu propia aventura”.