No se oye a nadie... ¿Están allí?

José María Giménez se vio superado por Vinicius en la acción del penalti

José María Giménez se vio superado por Vinicius en la acción del penalti / EFE

Albert Masnou

Albert Masnou

Una semana después, los lloros del Madrid sobre el VAR se han convertido en elogios. Han tardado poco en cambiar de opinión:  las quejas sobre la no expulsión de Suárez, la acción de Varane sobre el uruguayo, las no consultas a acciones sufridas por Vinicius y Ramos contra la Real Sociedad, el gol concedido a Canales en el Villamarín...  estas lamentaciones, con campañas incluidas sobre el papel del VAR como si fuera un demonio, quedan en el olvido ante los beneficios que el  Madrid sacó en el derby.  Se han cobrado sus campañas.

A raiz de este encuentro y de sus consecuentes decisiones polémicas, solo hubo silencio y/o elogios. Ahora no se los oye. Están calladitos. ¿Aún estáis allí? El penalti de Gimenez a Vinicius y el no penalti de Casemiro sobre Morata fueron dos acciones que acabaron marcando el signo de un partido en el que, dicho sea de paso, el Madrid fue superior.

Al verse sobradamente favorecidos, el VAR ha pasado a ser un socio, un amigo: “El VAR está para ayudar y hacer el fútbol más justo. Estoy muy a favor”, dijo Ramos cuando incluso se llegó a decir que Florentino  había llamado a Rubiales para cambiar de tercio. Tradicionalmente beneficiado por el estamento arbitral, el Madrid no acaba de acostumbrarse a esta nueva ley que impera en el fútbol y que, en general, está convirtiendo este deporte en  más justo.  

La liga se decide. Gracias a este resultado, el Madrid ya es segundo y el Barça tiene una oportunidad de oro para dar un golpe de efecto a la Liga y colocarse a +8  del conjunto de Solari y a +9 del Atlético, una ventaja que debe asentarse en las próximas semanas en las que el Barça tiene un calendario complejo. Si sale vivo de aquí, el título es suyo. Visitas como la de hoy, la del Bernabéu, Pizjuan y o Villamarín son unos desplazamientos que dirán si el Barça será campeón.  Si avanza a paso firme, el Madrid deberá limintarse a ver como este campeonato de Liga es un paseo militar azulgrana. Si empiezan las dudas, las alarmas saltarán porque ahora es cuando se entra en una fase decisiva no solo en la Liga sino también en las otras dos competiciones. Gran parte de lo que le pase al Barça dependerá de tres jugadores  de su estado físico: Messi, Suárez y Dembélé, los  que marcan la diferencia.