La muerte de una frase mítica

Alemania fue incapaz de anotar un gol a Corea del Sur y fue eliminada.

Alemania fue incapaz de anotar un gol a Corea del Sur y fue eliminada. / AFP

GARY WINSTON LINEKER, ex del Barça y crack de Inglaterra, dijo aquello de que “el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre ganan los alemanes”. Eso ya pertenece a la prehistoria. Alemania, contra todo pronóstico, asesinó su propio mito y puso fin a la cita de Lineker, convertida, durante décadas, en un mantra inexorable. Hoy, VAR mediante, como todo lo que tiene un principio tiene un final, Alemania ha firmado la mayor sorpresa de la historia de la Copa del Mundo. Sí, se puede hablar de la maldición del campeón. Italia se fue a casa tras ganar el Mundial, España repitió esa suerte en Brasil y ahora han sido los teutones los que han padecido la maldición, pero el drama germano alcanza una dimensión descomunal. Venían de arrasar en el pasado Mundial, de ganar la Confederaciones de calle y de conquistar el Europeo Sub-21...

Con un potencial formidable, tras imitar el estilo español, Löw y una generación de talentos espectaculares eran favoritos para reeditar su corona mundial. Y sin embargo, entre su falta de puntería, sus malas decisiones y sus síntomas de agotamiento, Alemania se despide sin gloria. Se va, por la puerta de atrás, como colista de grupo, habiendo sido inferior a Suecia – a pesar del milagro de Kroos–, México y Corea del Sur. Los alemanes, que jamás habían caído en primera ronda desde 1938, ni en ninguna en fase de grupos desde la implementación de esa fórmula en el torneo, caían a plomo. Lentamente, como caen las hojas en otoño. Y lo han hecho de manera tan merecida como inexplicable. Brasil, todavía herida por aquel 1-7 brutal que sacudió al país, festejó el KO alemán. Horas después, Neymar y compañía sellaban su pase a octavos. Siguen en la carrera.

El batacazo germano contrasta con la supervivencia de Argentina, con el pase trabajado de Brasil y por supuesto, con el billete sufridísimo de España, que se medirá a la madre Rusia. El refranero es sabio y bien harían los de Hierro en tomar buena nota: ‘cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar’. El fútbol sigue siendo un deporte de once contra once, pero ahora no siempre ganan los alemanes.