Mira, Marcelo, escucha, lee

Marcelo agredió a la prensa

Marcelo agredió a la prensa. (AFP) / sport

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

No quisiera entrar al trapo de la provocación lanzada por el veterano Marcelo contra los medios de comunicación y, sobre todo, esa coletilla de que lo que les tenemos es envidia. Y no quiero entrar porque, en efecto, yo siento envidia de los futbolistas, más que nada por la vida que se pegan (dos horas de trabajo al día) y los millones de euros que ganan (los mejores, cierto, pero estamos hablando de uno de ellos). Así que sí, tengo envidia de ellos, pero me gustaría recordarle a Marcelo, que de esto sabe un rato largo, que, en vísperas de otro clásico más, bueno, más no, pues debe ser el primer duelo Barça-Real Madrid de la última década en el que no están ni Leo Messi ni Cristiano Ronaldo, repito, me gustaría recordarle a ese crack deslenguado y simpaticote que de todo lo que le ocurre al conjunto blanco, la prensa no tiene la culpa de nada.

Si tú miras la clasificación de Liga te llevas las manos a la cabeza pues, al margen de que el Espanyol está arriba del todo, con el Alavés y el Sevilla (sí, sí, con el Barça, también), te das cuenta de que el Real Madrid está en el séptimo puesto con y tras la peor racha goleadora del este y del siglo pasado y, lo que es peor, habiendo tenido el peor arranque de todos los tiempos. Eso, amiguete Marcelo, simpático lateral, filigranero defensa convertido en extremo, en ariete, en goleador, es cosa vuestra, no de la prensa.

Ni siquiera y mira que me pareció lamentable la manera que dejó tirada a la selección española en Moscú, culpo de vuestra desastrosa situación a Julen Lopetegui ‘El Breve’, según le llaman ya por Madrid. No, no, no tiene la culpa porque muchos de los partidos que habéis perdido, muchacho, veterano, los hubieses, los debisteis haber ganado sin entrenador porque por algo os pagan megamillones de euros.

Y como tanto a ti como a Kroos, o a Sergio Ramos o, incluso, a Isco (“si despiden a Lopetegui, nos tendrían que despedir a todos”, dijo el filigranero centrocampista, que debía convertirse en el salvavidas del Real Madrid) se os ha llenado la boca de elogiar y defender a vuestro entrenador, os diré que mañana, en el Camp Nou, tenéis una gran oportunidad para, eso, defenderle y salvarle la cabeza porque (y de esto del fútbol sabemos todos) si ganáis al Barça, descuida, que Florentino Pérez, por más ‘ser superior’ que sea o lo llamen, no tendrá valor de despedir el lunes a vuestro amigo (y protegido) ‘mister’.

Ayer me entretuve, para un reportaje que aparece hoy en El Periódico de Catalunya, en hablar largo y tendido con algunos extécnicos del Real Madrid sobre la situación extrema en la que vive el banquillo blanco y el vestuario. Hubo exentrenadores que declinaron darme su opinión, tanto de Lopetegui como de la crisis (las malas lenguas dicen que el Real Madrid despide muy bien e, incluso, añade algún dinerito para cerrar bocas), pero pude hablar con algunos, sí, y me gustó mucho lo que Juan Ramón López Caro me dijo desde China, donde está intentando que el Shenzhen ascienda a la Primera División de allí, que se llama Superliga.

“No nos engañemos”, me contaba López Caro, “si Lopetegui y los jugadores no se llevasen bien, no conectasen, no solo se sabría sino que el presidente hubiese intervenido de inmediato e, incluso, por supuesto, ya se hubiera producido el despido de Lopetegui, me temo, digo, supongo”. Pero, claro, una cosa es que haya más o menos sintonía, compartan proyecto y digan que sería un error despedir al ‘míster’ y otra, muy distinta, la dinámica que lleva el Real Madrid.

“Es evidente que cuando estás en una situación delicada, como está Lopetegui ahora y como hemos estado todos alguna vez en nuestras carreras, o muchas, que los jugadores te muestre su apoyo y respaldo, es bueno, seguro, malo no es desde luego. Pero, como lo importante no es lo que se dice sino lo que se hace, es evidente que la única manera de demostrar que estas con el entrenador es jugando a tope, elevando el nivel de tu fútbol, del equipo y ganando. Y eso, al parecer, no se está produciendo en estos momentos en el Real Madrid”, añadió López Caro.

Así que muchachito, veterano, Marcelo, ha llegado vuestra hora. Eso de resucitar en casa del máximo rival, lo habéis hecho, como poco, tantas veces como el Barça en el Santiago Bernabéu. Es, sí, un partido que no tiene pasado ni futuro, aislado, único, donde poco importa cómo llegan los dos contendientes. Es más, no están ni Messi ni CR7, lo que os da plena libertad a los demás de convertiros, esta vez sí, en héroes. Dale.