Messi y la Sagrada Familia

Messi marcó dos goles y volvió a ser decisivo en la victoria del Barça

Messi marcó dos goles y volvió a ser decisivo en la victoria del Barça / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

“¿Qué pitáis? ¿A Coutinho? ¡Vamos anda! ¡Levantad los brazos y estemos unidos, carajo!”. Yo veo a Messi mosqueado y me da la vida, que quieren que les diga. Y hace ya varios partidos, de Champions y de Liga, que le he visto el ceño fruncido. Imagino que cuando pasó por delante de la pequeña capilla del Camp Nou, se hizo la señal de la cruz y pensó en un Klopp que habló templos. Pues no lo profanó.

Esto es una Sagrada Familia y funciona. Le cayeron tres goles como tres soles, firmados por los vecinos de Castelldefels, dejando el marcador a cero para que el camino al Wanda sea más fácil. Habrá que pasar por Anfield, eso sí. Quedan 90 minutos en uno de los estadios más complejos del mundo, un campo en el que nadie echa en cara nada a su familia y apoya hasta el final. Pero este Barça, con papá Messi a la cabeza, tiene ya un pie y medio en la final de la Champions.

Alé, Leo, alé. Tienes a tu lado a los mejores compañeros, a un entrenador que se la jugó y en el que confías. Aunque a veces sea críticas, cuentas detrás con millones de almas que te siguen entregadas y que sí, son exigentes, pero nunca caminarás solo, capitán. Siempre estarán a tu lado.

Tres goles a favor y cero en contra. Prácticamente el mejor escenario posible. “Gracias, Leo. Gracias, equipo”, escribía el gran Carles Puyol en sus redes sociales. Sin lanzar las campanas al vuelo y con la mayor frialdad de la que soy capaz de escribir este artículo a vuelapluma -y casi tan agotada como los jugadores blaugrana-, veo al F.C.Barcelona muy cerca del Wanda Metropolitano, Anfield mediante.

Confío en la solidez, en la sobriedad, en la capacidad de sufrimiento y en la fiabilidad de este equipo de Valverde. No veo el escenario que hasta ayer y, casi seguro hasta el martes, nos pintarán desde la caverna mediática. Este escenario nada tiene que ver con Manolas y la Roma. El coliseo está en la Travessera de les Corts y el Liverpool ha tomado buena nota. La familia es lo primero y ésta es sagrada.