Mbappé, socio de honor del Barça

Mbappé lesionado ante el Montpellier

Mbappé, a punto de volver tras su lesión / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Superado el fracaso de la eliminación en la Champions, el Barça avanza con una fuerza y consistencia admirables en la disputa de los títulos por los que compite. La evolución del equipo de Xavi es indiscutible. Cada partido mejor que el anterior, o casi. La Supercopa fue un festival azulgrana y la Liga va camino de serlo.

¿Quién nos iba a decir hace menos de un año que este mes de febrero el Barça estaría en modo felicidad y el Madrid, en crisis? Sí, porque hubo varios meses en los que el termómetro anímico de ambos clubs y aficiones era totalmente opuesto. En el Madrid se daba por seguro que Mbappé vestiría de blanco, que si no sería Haaland y algunos soñaban y, así lo predicaban, con que serían los dos. En Barcelona, sin un euro en caja, la masa salarial desbocada y las palancas todavía en estado hembrionario, todo se veía negro.

EL PORTAZO

Aunque nunca se sabe lo que va a pasar en el futuro, es indudable que el fichaje de Mbappé por el Madrid hubiese significado un golpe psicológico estratosférico no solo a la Liga, si no al fútbol mundial. El campeón de Europa con el mejor futbolista del mundo a diez años vista. Y no les digo nada, si también con Haaland, el mejor goleador. El impacto era histórico y en el Barça, que tenía que renacer de sus ruinas, se veía el escenario con gran preocupación.

Sin embargo, de golpe y porrazo todo cambió. Mbappé dijo "no" al Madrid y Florentino se quedó desnudo, sin el francés y sin Haaland, al que ninguneó por su apuesta total por el que a la postre acabaría traicionándole. El presidente madridista no reaccionó, se guardó el dinero para mejor ocasión, siempre pensando en Mbappé, no para pagar el Bernabéu, como se ha dicho.

Y así, de tener a Mbappé y Haaland, el Madrid ha pasado a tener a medio Benzema y a medio Vinicius. Florentino ha dejado a Ancelotti sin delanteros. Rodrygo no es un goleador; Hazard, el timo de la estampita; Mariano, ni les cuento. El cambio de ciclo se ha producido y acelerado gracias al portazo de Mbappé al Madrid. El Barça debería hacerle socio de honor...

La clave: el cambio de ciclo se ha producido y acelerado gracias al "no" de Kylian al Madrid.