Mbappé, Haaland y Fati... y uno ya es del Barça

Leo Messi y Cristiano Ronaldo ya están bien entraditos en la treintena. A Neymar le faltan cuatro meses para entrar. O sea, que puede que aún tengan presente, pero futuro, desde luego ya no mucho. El futuro es de Mbappé, Haaland y Ansu Fati. Los dos primeros son los más mediáticos, los que más pasiones y contratos millonarios mueven. Fati estaría a ese nivel de no ser por la maldita lesión que le ha tenido casi once meses en el dique seco. Por ahí ha perdido comba en la carrera por coger el relevo de los Messi y Cristiano. Pero pronto se pondrá al nivel del francés y el noruego, no les quepa duda. Es más, posiblemente sea el que tiene más talento de los tres. Mbappé es potencia y velocidad; Haaland, remate y gol y Ansu Fati, calidad, magia, habilidad e ingenio. Partiendo de la base de que es muy difícil que haya otro Messi, Ansu Fati es el que más se le parece. Y con esa opinión no creo que le estemos poniendo más presión, como tanta voces alertan pidiendo prudencia. No creo en esas predicciones. Los grandes futbolistas no tienen edad. Pelé, Cruyff, Maradona y Messi no esperaron ni les hicieron esperar. Eran imberbes cuando debutaron y empezaron a brillar y a ganarlo todo. Fati es uno de estos fenómenos que ya han batido récords de precocidad. Abrámosle las puertas al triunfo, que el mundo es suyo. 

REALIDADES, NO SUEÑOS.

El caso es que nos hemos pasado el verano entero con la cancioncita de Mbappé al Madrid. Que si Mbappé solo quiere jugar en el Madrid, que si ha nacido para jugar en el Madrid, que si el PSG no tendrá más remedio que venderlo al Madrid... Que si 160 millones, que si 180, que si 200... Finalmente, el Madrid no le ha fichado pero la cancioncita seguirá hasta enero y ya veremos qué pasa. Y ya se tararea por ahí que Haaland también será madridista. Ensoñaciones, fantasías... lo único seguro es que de los tres supercracks que vienen, uno ya es del Barça. Ni fichajes imposibles ni otras historias para no dormir. Simplemente trabajo bien hecho. Mientras unos sueñan, el Barça ha sabido moldear a un fenómeno en casa.