Masip se había ganado ser el segundo portero del Barça

Jordi Masip, tercer portero del Barça

Jordi Masip, tercer portero del Barça / Ignasi Paredes

Jordi Gil

Jordi Gil

La marcha de Claudio Bravo al Manchester City llevó al Barça a acudir al mercado con prisas y urgencias. Pagó 13 millones por Jasper Cillessen en una de las inversiones más cuestionables de los últimos años. El Barça ya tenía a un portero de la misma edad, Masip cumple hoy 28 años, con suficiente nivel y experiencia para asumir el rol de reemplazar a Ter Stegen en los pocos partidos que pueda faltar el alemán. Cinco temporadas en el Barça B, más otras dos en el primer equipo, son suficientes como para ganarse el puesto de segundo meta en caso de seguir en la plantilla.

Es injusto que solo pueda ser el tercer portero y ya no pueda jugar ni contra el Hércules en la Copa del Rey. El papel de Masip pone en duda la importancia de la cantera y el sentido de formar a porteros cuando desde el primer equipo se considera un riesgo alinear al jugador de la casa ante la más mínima emergencia. Un técnico que creyera en la cantera no habría pedido a Cillessen, pero las épocas de Pep Guardiola y Tito Vilanova ya quedan lejos.