Más en la cabeza que en los pies

Valverde acierta con los cambios

Valverde acierta con los cambios / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Llegados al primer tercio de la Liga, es obligado constatar que el Barça va líder, pero también que suma diez puntos menos que la temporada pasada. Guste o no, es el líder con peor puntuación de las últimas diecisiete temporadas. ¿Hay motivos para la preocupación? Sí, porque a eso se suman los dieciocho goles en contra, algo que que no sucedía desde hace 44 años. Pero, claro, como el Barça va primero en la Liga y también en la Champions, muchos barcelonistas se resisten a ser críticos. También tienen razón, pero la diferencia de rendimiento en la competición española y la europea es para hacérselo mirar. En mi opinión, aquí esta la clave de todo. Si el Barça va líder en la Liga con 24 puntos es porque el Madrid y el Atlético todavía están peor. Y si el Barça arrasa en Europa, es porque ahí sí ponen los jugadores todo su empeño y potencial, lo que está muy bien, pero a la vez significa que no lo hacen en la Liga, lo que ya no está tan bien. 

EL PROBLEMA. Hay motivos para pensar que el problema está más en la cabeza que en los pies de los jugadores. Miren, dieciocho goles encajados, doce de ellos en casa, delatan que la concentración no es precisamente la más adecuada. Al Barça le han remontado dos equipos de la zona de descenso, Leganés y Rayo, aunque frente a los rayistas fueron capaces de hacer una remontada todavía mayor de última hora. En el Camp Nou, Girona y Huesca le han marcado dos goles, el Betis, cuatro y, sin embargo, el Madrid no pasó de uno. ¿Vieron ustedes al equipo con la misma actitud, tensión y concentración ante el Madrid, Sevilla y los partidos europeos que contra el Girona, el Huesca, y los mencionados Leganés, Rayo e incluso el Valladolid en campo contrario? Yo no. Y esto me hace pensar que la motivación no es la misma, que tienen tan metido en la cabeza el objetivo de la Champions, que se están relajando en los partidos "fáciles" de la Liga. Ya verán como contra el Atlético será distinto. Si es así, se confirmará un mal menor que puede solucionarse. Si no, el problema ya sería más grave. 

La clave: la diferencia entre la Liga y la Champions delata que hay un problema de motivación.