El líder silencioso convertido en el gran altavoz del Barça

¡Doblete de Messi para sentenciar al Liverpool! (ES)

¡Doblete de Messi para sentenciar al Liverpool! / Sport

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El mundo se rinde a Messi. Pura justicia. Auténtica leyenda. Es el único futbolista que gana partidos él solo por su talento y goles. Un genio para los espectadores que jamás habían visto nada igual. Un icono para los barcelonistas que lo veneran como si fuera Dios. Un monstruo para los futbolistas que lo respetan y temen por igual. Su metamorfosis ha sido espectacular. Cuando debuto en el Barça hace catorce años era un niño introvertido, tímido y huidizo. Hoy es un fenómeno que maravilla tanto por lo que hace en el campo como por su capacidad de liderazgo fuera de el.

Es el puto amo que diría Guardiola. Ha crecido tanto como persona que ejerce de capitán, entrenador y presidente sin perder su humildad, modestia y discreción. Le ha perdido el miedo al micrófono, tiene un discurso sencillo y directo que llega a la gente por su sinceridad. El líder silencioso se ha convertido en el gran altavoz del Barça. No le pisa el terreno a Valverde ni le quita méritos a Bartomeu, sin embargo es el personaje  que ha dado al club una dimensión internacional excepcional.

El Barça es Messi, Messi es el Barça. Una simbiosis perfecta que se estudia en las universidades como un modelo de negocio capaz de convertir un club centenario en una empresa que factura mil millones de euros. Por obra y gracia del crack argentino, en cinco años se ha doblado el presupuesto liderando el ranking de los clubs mas ricos del mundo. Está claro que jugar con Messi es jugar con ventaja.

Para valorar en su justa medida el poder de convicción que tiene Leo entre sus compañeros, nos vamos a centrar en treinta segundos que han pasado desapercibidos para el gran público pero que encendieron el fuego de la gran victoria. Camp Nou, 20.45 horas del miércoles 1 de mayo. El estadio estaba casi lleno. Los jugadores acababan de realizar el tradicional calentamiento que suele durar veinte minutos. Antes de retirarse al vestuario, como sucede en los partidos grandes, los futbolistas se reunieron para hacer una piña. Brazos entrelazados por encima del hombro y cabeza baja formando un círculo como si fuera un cónclave secreto.

Messi en plan de gran capitán tomo la palabra. Mirando a los ojos de sus compañeros habló con una fe inquebrantable. Si a principio de temporada lanzó un mensaje inolvidable a la afición, “prometemos que haremos lo posible para que esta copa tan linda y tan deseada vuelva a estar acá”, su mensaje a los compañeros a pie de campo fue igual de contundente y motivador.

“Somos grandes y tenemos que demostrarlo. Hoy vamos a luchar a muerte para llegar a la final. Todos a una, esfuerzo, sacrificio y fuerza. Si jugamos como sabemos vamos a ganar”. La arenga del capitán fue muy emotiva. Terminó con un “Força Barça” respaldado por todos los compañeros, punto final de un climax que solo se vive en las grandes ocasiones.

Una inyección de moral directa a la vena, un chute de confianza, una proclama de fe, la confirmación de que Messi ejerce como nunca de líder. Así se comenzó a ganar el partido más importante de la temporada.

Xavi, tras los pasos de Cruyff, Guardiola, Luis Enrique y Valverde

Se acabaron los tiempos en que el Barça tenía que buscar en el extranjero un entrenador de prestigio para sentarse en el banquillo del Camp Nou. No había confianza en los técnicos españoles, así llegaron una larga lista de nombres ilustres como Michels, Menotti, Lattek o Bobby Robson. Esta política de fichajes provocó mas decepciones que alegrías. El fichaje de Cruyff marcó un antes y un después. Johan, con su gran personalidad, puso en valor la experiencia del exjugador de la casa, el conocimiento del entorno, el estilo de juego y el amor a los colores. Factores que marcan diferencias para siempre.

La experiencia reciente de Guardiola, Luis Enrique y ahora Valverde, es tan positiva que marca el camino a seguir. No hay retorno al pasado. Es una satisfacción y un orgullo el triunfo de exjugadores del Barça dirigiendo el equipo con un éxito incuestionable. Por dicho motivo, es una buena noticia que Xavi cuelgue las botas para formarse como entrenador. Tiene criterio, experiencia y ambición para sentarse un día no muy lejano en el banquillo del Camp Nou.

Lleva el fútbol en la sangre y el Barça en el corazón. De la misma manera que Messi nunca ha manifestado deseos de convertirse en entrenador, Xavi, por carácter y empatía, tiene el perfil adecuado para ser un gran entrenador.