¿Qué le pasa al socio?

Es evidente que el socio del Barça es soberano y puede hacer lo que le venga en gana, pero también lo es que unos cuantos miles de ellos están dando la espalda al equipo y al club en los últimos tiempos.

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Ejemplos hay para dar y vender. Que remodelar el Spotify Camp Nou y construir todo el Espai Barça es más que necesario para el club lo saben en Marte. Que la mejor solución era trasladarse durante un tiempo a Montjuïc, también. Pero el socio del Barça, ese que presumirá en unos años de tener el mejor estadio del mundo y gozará de las mejores de las comodidades, ha dejado bastante solo al equipo en su exilio al Olímpic Lluís Companys. Reservó la junta directiva 27.385 plazas del Olímpic para los 85.000 abonados del Spotify Camp Nou. Solo 17.064 respondieron a la llamada del club, una cifra muy baja teniendo en cuenta que el equipo de Xavi venía de ganar la Liga y que, una vez puesto en marcha con éxito todo el plan de movilidad diseñado entre el club y el Ayuntamiento de Barcelona, ha quedado demostrado que subir a Montjuïc no es escalar el Everest como algunos creían.

Por si fuera poco, el club, para los socios que decidieron no renovar su abono, decidió facilitarles la adquisición de entradas para los partidos de Montjuïc con descuentos importantes que en algunos de ellos llegan al 50%. Sin embargo, en un partido tan importante como el que el Barça jugó el pasado domingo ante el Atlético de Madrid, se registró la peor entrada de la temporada con una asistencia de 34.568 espectadores. Miles de socios no respondieron a la llamada que habían hecho tanto el presidente, Joan Laporta, como el entrenador, Xavi Hernández.

Y podemos seguir con lo que ha pasado con la necesaria actualización del censo de socios. Un total de 30.770 no habían acudido a la llamada del club cuando se cerró el plazo para hacerlo. Seguramente, algunos de ellos estarán muertos, pues el club detectó más de un centenar con más de cien años, y otros tuvieron problemas con las nuevas tecnologías, pero miles y miles de ellos no lo hicieron por simple desidia o desinterés. El mismo desinterés que tienen la mayoría de compromisarios cuando se convoca Asamblea para debatir asuntos importantes del club: 437 socios compromisarios estaban conectados, por ejemplo, en el momento de votar la aprobación del presupuesto para esta temporada en la última Asamblea. Convocados estaban 4.451.

Está claro que el FC Barcelona, como club, necesita mucha más implicación de sus socios, de aquellos que después ponen el grito en el cielo porque se sienten amenazados cuando alguien propone un debate sobre el modelo de propiedad actual del club.