¿A quién le importa la barriga de Laporta?

Laporta, en la entrevista con SPORT

Laporta, en la entrevista con SPORT / VALENTÍ ENRICH

Ernest Folch

Ernest Folch

Hay últimamente una curiosa afición a hablar de la barriga de Laporta, e incluso se han hecho reportajes sobre la preocupación que hay en el club y en su entorno con el pretendido aumento de su tripa. Ya sabemos que en el Barça cualquier detalle insignificante es susceptible de dar la vuelta al mundo y provocar una crisis institucional, pero hasta ahora solo habíamos hecho mediática la barriga de Ronaldinho en aquella famosa portada de El Periódico que de hecho fue el principio del fin de su carrera en el Barça.

Se puede llegar a entender que preocupe la panza de la estrella del equipo, ¿pero la del presidente? Y como el abdomen presidencial se ha hecho mediático, ha sucedido lo esperable: el órgano ha entrado de lleno en las tertulias y en las mismas entrevistas presidenciales. De repente las preguntas estrellas para el presidente no son del Espai Barça ni de Messi ni de Oriol Romeu sino de su propia panza. Laporta cometió el primer día el error de no cortar de raíz las preguntas sobre su barriga y ahora el tema se les está yendo de las manos a los periodistas y al propio presidente. ¿Tan difícil era responder, por ejemplo, "mi barriga es un asunto estrictamente privado, y no me vuelvan a preguntar más sobre este tema"?

Pero una vez se ha permitido la entrada en esta intimidad irrelevante, el tsunami mediático es inevitable. La excusa para tantas preguntas es por supuesto la pretendida afectación a la salud del presidente, pero esto es un mero pretexto sin pruebas que lo sustenten.

¿Acaso Laporta ha sido hospitalizado? ¿Acaso hay indicios de alguna enfermedad que le impida ejercer sus funciones? Pues si no es así, y de momento queda claro que no lo es, entonces su barriga es un asunto estrictamente privado y sacarla a pasear, a parte de ser un ejercicio desagradable de mala educación, es francamente poco educativo. El aspecto físico de una persona no debería ser nunca objeto de debate y mucho menos de ninguna pregunta. Tampoco el presidente debería haber alimentado esta polémica accediendo a responder sobre esta cuestión. Porque hemos llegado a un punto en el que la famosa barriga está tapando sospechosamente temas mucho más importantes para el devenir del club. De hecho, lo que demuestra esta fijación con la panza de Laporta es que el Barça es víctima de un sistema obsesivamente presidencialista en el que parece que todo empieza y acaba en el presidente. Menos hablar de la barriga y más de la gestión.

MÉS QUE UN CLUB, Laporta recula con Xavi y Guardiola

En la entrevista que concedió a Sport, Laporta dijo que "No hay ningún problema entre Xavi y Guardiola, y yo no tengo entrar para nada". Es una buena noticia, que recule y se desmienta a si mismo, porque hace unos días llego a decir que "me ofrezco para hacer las paces entre las dos". De hecho, quien nos dio la noticia de que había un conflicto entre Xavi y Guardiola fue el propio presidente, quien nunca debería haber aireado un conflicto de esta naturaleza. Es normal que haya roces, pero lo que no es normal es que sea Laporta quien los hace públicos. Es una buena noticia que ahora haya dado marcha atrás y se haya dado cuenta de la inoportunidad de sus palabras.

MENYS QUE UN CLUB, El infierno que le espera a Ancelotti

Es muy pero que muy casual que justamente ahora haya salido a la luz pública que Carlo Ancelotti defraudó presuntamente a Hacienda 400.000 euros en su primera etapa de entrenador en el Real Madrid. Mira que hemos tenido años para enterarnos de esta noticia, pero ha tenido que ser justamente ahora, justamente cuando hemos sabido que el entrenador del Madrid fichará en junio que viene como seleccionador de Brasil cuando se han aireado estos trapos sucios. Que se prepare Ancelotti, porque hay quien, dolido por su decisión, ha decidido encender los ventiladores. Tiene pinta que le espera un año de infierno.