Opinión

Laporta no puede ser esclavo de la decisión de Xavi

Laporta y Xavi, en una imagen de archivo

Laporta y Xavi, en una imagen de archivo / Valentí Enrich

Xavi tomó la decisión de seguir siendo el entrenador del club esta temporada pero no la siguiente y también decidió seguir en el banquillo con la Liga en juego y la Champions abierta. Laporta lo aceptó por tratarse de quién era, pero ahora el club está en una situación muy incómoda. Da la sensación de que Xavi se ha quitado de encima una posible destitución esta temporada con su movimiento, la afición no presiona para sacarse de encima un técnico que ya tiene fecha de caducidad y que llegue otro a media temporada. A la vez, Joan Laporta se ha quedado sin una ‘palanca’ para agitar el equipo. Y es que al final, durante la temporada, si necesitas darle un meneo a un vestuario y que cambie el rumbo, pocas soluciones más hay. Todos sabíamos que Laporta no es de gatillo fácil en lo que a cargarse entrenadores se refiere, pero ahora parece que esté maniatado al de Terrassa.

La gran contradicción que supone esta situación es que Joan Laporta alzó la voz y fue claro cuando dijo “conmigo perder tendrá consecuencias”, ahora parece que el equipo necesita esas consecuencias, pero también que esté esperando que pase cada partido para no tener que activarlas. Si el Barça salva el escollo del Celta, seguimos con lo establecido; si el Barça supera al Nápoles, seguimos. Está bien tener una apuesta por un entrenador e ir con él hasta el final, pero todo técnico tiene que saber que su puesto depende de unos resultados y más si el presidente lo advierte. 

¿Y si es al contrario y el Nápoles te pone la eliminatoria cuesta arriba? ¿Vas a intentar reaccionar ese mes que hay entre partido y partido con el mismo entrenador y con la misma idea? Lo mismo sirve para conquistar la segunda plaza de la Liga. Quizás toca pensar que Xavi no tiene fecha de caducidad y actuar con el mismo criterio que si no hubiera pedido irse.