Opinión

Laporta, Deco Xavi... que cada palo aguante su vela

Joan Laporta en el palco del Estadi Olímpic Lluís Companys durante el partido contra el Granada

Joan Laporta en el palco del Estadi Olímpic Lluís Companys durante el partido contra el Granada / Javi Ferrándiz

La crisis del Barça no ha tocado fondo. La dimisión a plazos de Xavi no ha supuesto una reacción más allá de dos victorias, que no de dos buenos partidos. La indignación es máxima, el sentimiento de impotencia, insuperable. La defensa del Barça es la peor de Europa en lo que llevamos de 2024; volvió Ter Stegen y encajó tres goles, lo que quiere decir que estamos ante un problema estructural y endémico. Falla todo.

Aquí nadie puede irse de rositas. ¡Que cada palo aguante su vela! Laporta no puede vivir toda la vida de la herencia de Bartomeu. Alguna cosa habrá hecho mal. ¿Echar a Mateu Alemany y Jordi Cruyff, por ejemplo? ¿Gobernar el club sin director general y rodeado de amiguetes que cobran por adularle, tal vez?

Deco no ha entrado bien en el club. Su pasado como representante de jugadores crea una duda inmensa por mucho que queramos creernos que lo ha dejado. No genera confianza, las últimas declaraciones -el desmentido también habrá que creérselo- lo demuestran.

El problema es estructural y endémico. Fallan todos los estamentos con poder de decisión

Llueve sobre mojado, ¿recuerdan la falta de sintonía con Xavi por el cambio de convocatoria de Amberes? Xavi, por su parte, ha tragado demasiado. Busquets y Alba se marcharon con una facilidad pasmosa, no le trajeron un sustituto de garantías por Busquets, el equipo se le ha ido de las manos, la involución es insufrible.

¿Y los jugadores? Lo de los jugadores no tiene solución. Es lo de siempre, ajo y agua. Ya saben, ajo...derse y agua... ntarse, esto está montado así.