EL ‘JEQUE MATE’ DE GUARDIOLA

Guardiola durante la vuelta de las semifinales de la Champions contra el PSG

Guardiola durante la vuelta de las semifinales de la Champions contra el PSG / EFE

Rubén Uría

Rubén Uría

‘JEQUE MATE’. En la inestable y nevada pradera del Eitihad, segunda y decisiva partida de ajedrez entre Guardiola y Pochettino. Se saldó con dos movimientos brutales y el consiguiente ‘jeque mate’. El primero, el City encontró el gol antes que el juego. Y el segundo, que el equipo inglés maduró el partido y lo gobernó. Foden, De Bruyne y compañía desquiciaron a un PSG que no chutó a puerta ni una sola vez. Sin prisa pero sin pausa, el City se asentó en el campo y fue demoliendo, jugada a jugada, la Torre de Babel parisina. En el duelo de los petrodólares, en el derbi encubierto Emiratos-Qatar, Guardiola jugó con al ajedrez con blancas y su alfil más vertical, Mahrez, en una actuación descomunal, liquidó el sueño de Neymar. PSG, ‘Game Over’. Jaque (jeque) mate.

OTRA FINAL PARA PEP

Guardiola avisó: “Estoy más tranquilo que en otras ocasiones”. Tenía motivos. Aún más cuando Mbappé se quedó en el banquillo, convaleciente de su lesión. Sin la estampida habitual del “búfalo”, con Neymar como referencia y el tanque Icardi tan estático como espeso, el City tenía la final cerca. Dicho y hecho. El equipo de Pep rubricó una eliminatoria completa: no cometió errores, aprovechó sus momentos y mostró una pegada letal. Suficiente para eliminar a un PSG que se dio dos tiros en el pie en la ida, que echó de menos a Mbappé y que nunca pareció capaz de sobreponerse a la fatalidad. Diez años después, Pep Guardiola vuelve a una final de Champions. La primera para el City.

SUPERVIVIENTES

No es un ‘reality’, ni tampoco tendrá lugar en una isla del Caribe. Será en Londres y tendrá como protagonista a Zidane y sus jugadores, que han sobrevivido en el alambre en una Champions en la que han sorteado múltiples rivales, obstáculos, lesiones, sanciones o virus. El Madrid, recuperados Ramos, Mendy y Valverde, necesita marcar para pasar. El Chelsea, que perdonó en Madrid, tiene una defensa de acero y cuenta con Kanté, el hombre que desayuna truenos y cena relámpagos, estará en la final si no encaja. Objetivo, Estambul. Espera Pep.