Iñaki Peña nos ha enseñado lo difícil que es ser Ter Stegen

No se puede reprochar nada a Iñaki Peña durante los partidos que ha ocupado la portería del Barça. De hecho, ha estado cuidando la meta del Barça muy bien y con un buen resultado. Al principio parecía poco abierto a abandonar el área pequeña pero, claro, es que le queríamos comparar con Marc-André ter Stegen y eso no es moco de pavo. El guardameta alemán recuperó su altísimo nivel y solo le pudo parar una lesión en la espalda, pero cada partido demuestra que es el mejor portero que puede tener el Barça y es por eso que viniendo de Alemania lleva el brazalete de capitán y ha renovado con el Barça hasta 2028.

Peña ha demostrado que está preparado para ser el portero suplente del equipo y saltar al ruedo cuando haga falta, pero faltará por ver si esta experiencia encadenando partidos de primer nivel con el primer equipo del Barça le ha despertado algún gusanillo y también la mirada de algunos secretarios técnicos que intentarán hacerse con sus servicios. Ya hizo un pequeño Erasmus en Turquía durante los seis meses que se marchó cedido al Galatasaray, pero se puede entender que no aspire solo a ser portero suplente aunque sea en el Barça. Veremos en este próximo mercado qué opciones se le abren al alicantino.

La realidad es que con la boca pequeña y sin querer herir para nada a Peña, hemos echado de menos a Ter Stegen y su control total del partido. A partir de hoy podremos volver a gozar de sus brazos abiertos, salidas y paradones que nos han dado en muchas ocasiones puntos, igual que los que te puede conseguir un delantero. Recordemos la fórmula que le dio la Liga a Xavi: la mejor versión de Ter Stegen y de Lewandowski. Ahora la misión es escalar a la segunda posición y si el Barça hoy cumple ante el Granada, solo estará a tres puntos.