Hubo conjura en el vestuario del Barça

El vestuario del Barça está soltando lastre, el ambiente mejora y va camino de dar guerra en tres competiciones

Los resultados están llegando, se ha colocado segundo al sumar los últimos 26 de los 30 puntos en juego

¡Lo que no escuchaste ni viste de la celebración del gol de Griezmann!

Gerard López

Gerard López

Algo está cambiando en el FC Barcelona. Desde la derrota en la Juventus en Champions League y en Cádiz en Liga (a inicios de diciembre), el equipo no ha perdido ni un partido en la Liga.

Ha encadenado 10 encuentros en dicha competición con un balance de 8 victorias y dos empates, sumando 26 de los 30 puntos posibles. Ha pasado de la séptima posición a la segunda y solo la espectacular trayectoria del Atlético (¡Va camino de los 100 puntos!) ha evitado que el conjunto de Koeman se acerque al actual líder.

Un detalles más: En este mes de enero ha sumado 7 puntos más que el Real Madrid. Sí que es cierto que durante este proceso hubo el traspié de la Supercopa, una derrota que ha quedado superada, pero también el equipo ha dado un paso importante, superando dos eliminatorias, para disputar la Copa.

Un cambio

¿A qué se debe este cambio? ¿Cómo se ha producido esta mejora? Habrá varios factores y, evidentemente, el primero hay que enfocarlo al mal inicio de Liga protagonizado. Mejorar no era complicado.

Poco a poco, las piezas se han puesto en su lugar, ganando muchas veces con sufrimiento, quizás afectado por las lesiones y porque el equipo estaba cogido en pinzas.

Los triunfos aportaron cierta tranquilidad sin ser aún un verdadero equipo. No obstante, hay unos detalles que han provocado el gran cambio.

En las últimas semanas, a raiz de la racha de victorias, los jugadores se han juntado lo que, según ellos mismos, les ha permitido dar un salto adelante, ha mejorado el ambiente y la comunicación es más fluida. Los integrantes del vestuario han hablado: una conjura en toda regla que ya se puede percibir en el espíritu del equipo. A veces es importante soltar lastre.

Los jugadores necesitaban un acicate para que desapareciera esa irregularidad que le penalizaba. Y ahora hay signos importantes que denotan esta nueva sintonía.

Messi está enchufado y solo hay que ver cómo celebró el gol logrado contra el Athletic. Y también es significativo la piña que se formó tras el tanto de Griezmann. El francés pidió a los reservas que saltaran al campo y llegaron el resto de jugadores, un espíritu de equipo, una piña que hasta ahora escaseaba.

El futuro

¿Qué pasará a partir de ahora? Nadie lo sabe pero las diferencias que podía haber en el vestuario han quedado a un lado para priorizar el bien colectivo. Y este camino puede acercar al equipo a los títulos. Veremos qué acontece en un futuro.

El Barça es todavía un equipo con carencias, especialmente en la punta donde echa de menos a un goleador como Luis Suárez. Está tan bien físicamente y protagoniza el mejor inicio goleador de su carrera deportiva.

Marca de falta, de penalti, de remates y de jugadas que se construye él mismo. Todos los registros en un solo jugador que le ha permitido al Atlético ser mucho más fiable que hasta ahora lo había sido. El Barça echa de menos a un killer que sepa materializar en gol parte de las muchas ocasiones que se crean.

Pese a esta carencia, el Barça hoy atesora algunas virtudes que hasta ahora escaseaban porque hay mayor solidaridad defensiva y sintonía ofensiva. El Barça empieza a ser un equipo de verdad.