Guardiola volverá al Barça... cuando él quiera

Guardiola no deja indiferente nunca con sus declaraciones

Guardiola no deja indiferente nunca con sus declaraciones

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Pep Guardiola, como el buen vino, con el paso de los años mejora. Fue un buen futbolista y ahora es un gran entrenador. Como persona destaca su personalidad y empatía. Como técnico su profesionalidad y ambición. Asimila la experiencia, trabaja mas que nadie y sabe crear equipos que generan ilusión. Está claro que es el más listo de la clase, el más despierto de su generación. Títulos al margen, su trayectoria en los banquillos es excepcional. Barça, Bayern y Manchester City marcan una carrera de éxitos que no tiene parangón. 

Sirva este preámbulo para colocar al de Santpedor en el lugar de privilegio que merece y se ha ganado. Es un tipo respetado y admirado. Respetado por su seriedad y rigor profesional. Admirado por su inteligencia emocional que le hace distinto a los demás. De vacaciones en su tierra, Pep acudió a la inauguración de una ‘Cruyff Court’ donde fue el gran protagonista. Elogio a su mentor deportivo como discípulo aventajado y ¡cómo no! habló del Barça. 

Las declaraciones de Pep siempre hay que leerlas entre líneas. De entrada fue correcto y respetuoso hablando del tema del momento: “Neymar y Griezmann son muy buenos. Haga lo que haga el Barça me parecerá bien.” No quiso meterse en ningún charco, todo lo contrario, destaco el cariño que tiene al club que le vio crecer y cuidó mucho de no decir nada de lo que se pueda arrepentir. Huye de la polémica y respeta el trabajo de su amigo Valverde. Prefiere morderse la lengua antes de dar un titular consciente de que sus palabras se analizan con lupa y no siempre con sanas intenciones.

Pero Guardiola no sería Guardiola si pasara desapercibido, no es un hombre de perfil plano. Su mensaje en la inauguración de Hostalets de Pierola iba dirigido al futuro, a su hipotética y siempre deseada vuelta al Barça: “Volveré a Barcelona tarde o temprano, pero como presidente del Barça olvidaros, es imposible.” Lo dijo tan convencido, que incluso argumentó las razones: “Para ser presidente se necesita una preparación específica y yo no la tengo, tienes que estar preparado con conocimiento de muchas cosas que yo no tengo.” Pep puntualizó que ser un buen entrenador no es garantía de convertirse en un buen presidente. Confirmó que el Camp Nou siempre está en su horizonte, lo considera su casa, pero no tiene prisa. Lleva una década en los banquillos y le gustaría en un futuro todavía lejano cerrar el círculo de su carrera donde comenzó. Eso sí, no será como entrenador ya que nunca vuelve al pasado, puede ser como director deportivo con categoría de vicepresidente. Cualquiera de estas opciones pasa por coincidir con un presidente afín, que respete sus ideas y mantenga vivos los ideales deportivos de Cruyff.   

Guardiola es la reserva espiritual del Barça. Por experiencia, currículo y corazón blaugrana, puede volver cuando quiera, siempre será bien recibido. Mientras tanto, es un valor en la recámara. Estamos hablando a medio o largo plazo. Antes quiere culminar su trabajo en el City ganando la Champions y le ilusiona cerrar su carrera de entrenador como responsable de una selección nacional con aspiraciones. Si algo diferencia a Pep de los demás es que tiene las ideas claras y siempre hace lo que le dicta su conciencia.