Guardiola, el sueño imposible de Laporta

Guardiola durante la vuelta de las semifinales de la Champions contra el PSG

Guardiola durante la vuelta de las semifinales de la Champions contra el PSG / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Laporta cambió la historia del Barça el día que apostó por Guardiola como sustituto de Rijkaard. Pep era un joven técnico con una mínima experiencia en el B y la decisión del presidente era arriesgada. Muy arriesgada. Pero salió bien. Muy bien. Guardiola, en cuatro temporadas al frente del equipo, conquistó 14 títulos (2 Champions, 3 Ligas, 2 Copas, 2 Mundiales de Clubs, 3 Supercopas de España y 2 Supercopas de Europa) y se convirtió en el mejor entrenador de la historia del club. El sextete del 2009 fue un éxito irrepetible. Como todas las victorias (algunas humillantes) conseguidas sobre el Madrid. En los 1.460 días que estuvo en el banquillo, Guardiola dirigió 247 partidos, ganando 179, empatando 47 y perdiendo solo 21. Con un promedio en todas las competiciones de 2,36 puntos por encuentro. Insuperable. Por eso no es de extrañar que Laporta, en su segunda etapa como presidente del Barça, sueñe con repetir ese binomio triunfal con Pep. Pero es un sueño imposible. Los que conocen al técnico aseguran que jamás volverá al club blaugrana como entrenador del primer equipo. Es un reto superado. Ahora se enfrenta a nuevos desafíos. Como ganar la Champions con el Manchester City. O, en un futuro no muy lejano, conquistar una Eurocopa o un Mundial como seleccionador. Al Barça solo volverá, algún día, para asumir otros cargos, como manager general de fútbol, por poner un ejemplo. 

Laporta, sin embargo, todavía no se da por vencido. Cree que puede convencer a Guardiola para que le acompañe en esta nueva aventura. Por eso le ha dado a Koeman una prórroga de 15 días, a la espera de un milagro. Pero si Pep, como parece, mantiene su negativa (y el presidente no le encuentra una alternativa ilusionante), el holandés seguirá. Como plato de segunda mesa y terriblemente debilitado. Pero seguirá. Dolido por el trato. Pero seguirá. Porque es la opción más viable y más barata (despedirle costaría 8 millones de euros que el Barça no tiene). Y es que el sueño de Laporta se está convirtiendo en la pesadilla del héroe de Wembley.