Un gran Barça campeón

Xavi celebra la consecución de la Supercopa de España ante el Real Madrid

Xavi celebra la consecución de la Supercopa de España ante el Real Madrid / Reuters

Gerard López

Gerard López

Por fin. Después de muchos meses (incluso años), el Barça vuelve a levantar un título. Y puede sentirse orgulloso del cómo. Es cierto que no es uno de los trofeos grandes, pero tiene su mérito tanto la semifinal como la final. Contra dos equipos importantes, bien situados en Liga, grandes contrincantes. Y, sobre todo, venciendo en la gran final a tu máximo enemigo y rival por el título de Liga como el Madrid. Y no fue una victoria cualquiera, sino un baño de realidad para los blancos, que se jactaban de ser equipo de finales antes del partido y se recreaban de no estar en su mejor momento, pero de ‘transformarse’ a la hora de los partidos decisivos. Pero no.

El Barça llegó mejor físicamente, más mentalizado y con más hambre de títulos. Un trofeo que calma un poco las aguas respecto al tema psicológico de la sequía y de la necesidad de levantar algo. Y refuerza la confianza de un equipo que lleva una gran trayectoria en Liga y que va a jugarse ahora otras cosas importantes como son la Copa y la Europa League. Todo lo que vimos en el partido no hizo sino confirmar estas buenas sensaciones. 

GRAN LECTURA DE CADA SITUACIÓN DEL JUEGO

Xavi salió desde el primer minuto a por el partido. Lo que más me gustó, aparte de la apuesta de juntar a los cuatro centrocampistas, fue el hecho de que el equipo supo leer en todo momento lo que necesitaba el encuentro. Ha habido muchos tramos de esta temporada, incluso en las anteriores, ante equipos potentes, en los malos momentos, en los que el equipo se alargaba, se dividía. Le faltaba clarividencia de lectura en cuanto a lo que pedía el partido en cada situación. Esta vez el Barça se protegió mucho mejor a nivel defensivo cuando no tenía el balón. No tuvo por qué ir a buscar arriba al Madrid en una presión a campo contrario, sino que se organizó bien en campo propio. No hubo sensación de que se rompiera el choque; ante el Madrid, con jugadores como Rodrygo y Vinicius, siempre se había sufrido en ese aspecto. El precedente reciente en el Bernabéu es el mejor ejemplo de ello.

Cualquier contra era sensación de peligro. En Arabia se defendió de forma coral, conjunta. Luego con balón se tuvo clarividencia, se jugó con muy pocos toques. El esférico giraba rapidísimo de un lado a otro. Se leyó el juego de forma brillante. Buscando situaciones de espacio, de superioridades. De ahí vinieron el primer y el tercer gol. En líneas generales, gran victoria, de los 90 minutos el equipo no levantó el pie del acelerador ni en cinco. Solo quedó un poco manchado el triunfo con el tanto final de Benzema. Aunque se quedó en una mera anécdota. Una Supercopa que creo que le vendrá genial a nivel mental al equipo de Xavi y que permite al de Terrassa levantar su primer título.