Gerard Piqué inventa el periodismo sin periodistas

Neymar y Piqué no profundizaron en la polémica foto del verano

Neymar y Piqué no profundizaron en la polémica foto del verano / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El periodista nace y se hace porque sin nacer periodista no puedes hacerte periodista. Gerard Piqué, que juega recientemente a ser periodista, no lo será nunca, ni falta que le hace, porque nació futbolista y se hizo futbolista. De los grandes.

Es como si Lu Martín, de golpe y porrazo, fundara un equipo de fútbol para ser su estrella. Lo más probable es que el equipo de fútbol desapareciera sin haber jugado ni un solo partido. Pero Lu nació periodista y se hizo periodista y muy pocos de ellos buscan, interpretan y, sobre todo, cuentan las historias como las cuenta él. Es evidente que Gerard Piqué no será nunca Lu Martín de la misma manera que Lu Martín no será nunca Gerard Piqué. Cambiar el mundo supone un reto mayúsculo y una declaración de intenciones por parte de quien está dispuesto a ello. Y se puede hacer de muchas maneras: pararse a hablar con quien pide cuotas para una ONG, ejerciendo el mejor y más importante oficio del mundo, el de educador, sonriendo cada vez que alguien se cruza en tu camino... Cambiar el mundo (a mejor, se entiende) debería ser la obligación de cualquier ser humano.

Otra cosa es aprovecharse de la popularidad y riqueza que has logrado gracias a lo que mejor se te da, ser futbolista, para intentar romper la baraja con experimentos periodísticos que nunca deberían ser considerados como tal. Entrevistar a Neymar, y hacerlo por más de cinco minutos, es, lamentablemente, ya una conquista periodística por sí misma. Para alguien que solo debe pulsar la tecla de llamada no tiene ningún mérito. Por eso, y por su contenido, la charla entre Neymar y Piqué debe considerarse más un ejercicio de onanismo que de periodismo.