Ganas de volver a ver a Laporta

La pancarta de Joan Laporta a escasos cien metros del Santiago Bernabéu que fue todo un 'boom'

La pancarta de Joan Laporta a escasos cien metros del Santiago Bernabéu que fue todo un 'boom'

Joan Vehils

Joan Vehils

A raíz de la discreta visita de Joan Laporta a la sala Luz de Gas la semana pasada coincidiendo con el aniversario del local y del primer año de su mandato como presidente, un socio del Barça me comenta que echa de menos aquel Laporta que se tiraba el champagne por encima. Me argumenta que la imagen no le gustaba, pero aquello era sinónimo de conseguir títulos y, por consiguiente, no le importaba. O sea, lo de siempre, que cuando la pelota entra todo se perdona.

Lo cierto es que el nuevo Laporta, el de la actual etapa, es mucho más discreto en sus formas externas. Es cierto que algunos apuntan que de puertas adentro es tanto o más radical que antes, pero en apariencia no es así. Quizá pensando en la precipitada salida del CEO, Ferran Reverter y en algún que otro cambio interno parece acertada esta reflexión, pero es verdad que todavía no hemos visto ninguna imagen de aquel Laporta desbocado en un palco, aeropuerto o discoteca.

Apuntó maneras en Nápoles tras la victoria del equipo tras el paso a octavos, aunque aquello quedó en un simple y comprensible amago de conga entre directivos tras una emocionante victoria. Al nuevo presidente Laporta le falta un título o un resultado que le permita soltarse y demostrar que sigue siendo el mismo. Lo necesita Laporta y lo necesitan los culés. El culé le votó por como era antes y no por como será ahora. De hecho, solo aquella lona gigante instalada durante la campaña electoral a cuatro pasos del Bernabéu bajo el lema ‘Ganas de volver a veros’ apuntó que Joan Laporta seguía en forma. Aquello vino a decir, sin decirlo, que Laporta seguía con la misma capacidad de sorprender que nos regaló durante su primera y triunfal etapa. Sin duda, aquella lona dejó KO a sus adversarios y animó a sus fieles.

Mañana, el Barça de Laporta tiene una nueva oportunidad de volver a dar el golpe en el Bernabéu. Un golpe como los de antes. En Madrid lo niegan, pero lo temen. Temen que Xavi sea el nuevo Guardiola o que Pedri siga los pasos de Messi. Van primeros de calle, pero empiezan a estar nerviosos. Es más, el partido de mañana puede marcar el final de temporada. El equipo que se lleve la victoria saldrá muy reforzado para lo que resta de año. Si gana el Madrid empezarán a vendernos el doblete, pero si pierden empezarán a temblarles las piernas.

Por el contrario, si el Barça pierde quedará tocado y deberá afinar para asegurar la Champions. Eso sí, si mañana gana el Barça será el inicio del nuevo Barça. Y no solo eso. Si mañana gana el Barça quizá veamos de nuevo al verdadero Laporta. Al Laporta que celebraba título tras título en el Luz de Gas.