Ganar ya es una urgencia

Xavi dirigiendo al Barça en Mallorca

Xavi dirigiendo al Barça en Mallorca / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça de Xavi solo ha ganado 5 partidos de los 14 que ha disputado. Ha perdido tres títulos: Champions, Supercopa de España y Copa del Rey. Y en la Liga, su único objetivo realista es clasificarse entre los cuatro primeros. La culpa, lógicamente, no es de Xavi. Los resultados serían los mismos (o peores) con cualquier otro entrenador. La culpa es de una plantilla descompensada, de una trayectoria errática y de una dinámica perdedora. En definitiva, la culpa es de la terrible herencia recibida. Xavi busca el milagro de la resurrección. Y eso necesita tiempo. Y, por lo tanto, paciencia. Una virtud que, lamentablemente, es incompatible con las exigencias de un club como el Barça. El técnico está construyendo un nuevo proyecto que empezará a cosechar triunfos a corto y medio plazo. Pero las victorias se necesitan para ayer. El equipo no puede permitirse más tropiezos. Porque aunque Xavi tenga crédito ilimitado, los culés no pueden esperar eternamente una reacción. El espejismo del buen partido ante el Madrid (pese a la derrota) se desvaneció en San Mamés. Y ahora toca recuperar la ilusión a marchas forzadas. Empezando esta noche. Hay que ganar al Alavés. Y, a poder ser, con un fútbol convincente. Que serene los ánimos. Y permita el inicio de la remontada. 

El Barça debe ser competitivo de forma inmediata. No hay otra. En las próximas cinco semanas (tras el duelo de esta noche ante el Alavés) se enfrenta a un calendario infernal. Con seis partidos decisivos: Atlético (casa), Espanyol (fuera), Nápoles (casa), Valencia (fuera), Nápoles (fuera) y Athletic (casa). Con el cuarto puesto de la Liga y la continuidad en la Europa League en juego. O sea, todos los objetivos que quedan. Por lo tanto hay que ganar. Y ganar. Y ganar. Y volver a ganar. Porque ganar ya es una urgencia… Xavi debe sacarle el máximo rendimiento al equipo que tiene, a la espera de que pueda venir algún refuerzo (un goleador) en este mercado de invierno. Algo altamente improbable, casi remoto, si no sale Dembélé. No hay ‘fair play’ para fichar a ningún futbolista… Hay que exprimir hasta la última gota del talento de esta plantilla para empezar, de forma inmediata, la remontada. Hay que sumar de tres en tres. Porque cualquier resultado que no sea una victoria será un paso más hacia el abismo. Un oscuro y tenebroso abismo. El abismo del fracaso…