Dos fichajes salvavidas para Koeman

Ansu cada vez está mejor y podría volver pronto

Ansu cada vez está mejor y podría volver pronto / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

En el Barça siempre se ha mirado de reojo lo que hace el Madrid. Y viceversa. El éxito de unos es el fracaso de los otros. Estos vasos comunicantes se amplificaron con el enfrentamiento técnico/táctico/personal entre Guardiola y Mourinho. Y alcanzaron su máxima expresión con el duelo futbolístico/goleador/mediático entre Messi y Cristiano Ronaldo. De un tiempo a esta parte, un tercer actor ha entrado en escena. Se trata del PSG. Primero fue con la huida de Neymar. Más tarde, con el interés (casi obsesión) de Florentino Pérez por Mbappé. Y ahora, por supuesto, con el aterrizaje de Messi en París. Todo lo que hace el PSG (bueno, malo o regular) tiene incidencia en el estado anímico del barcelonismo y del madridismo. Especialmente, en la Champions. Que es, de hecho, el gran escaparate en el que buscan lucir los grandes equipos europeos. Ganar la Liga está muy bien (el Barça, por cierto, lleva dos años sin ganarla después de haber sumado 8 de 11 títulos posibles), pero lo que realmente genera repercusión (y dinero) es la Copa de Europa. 

Pues bien, si analizamos la primera jornada de la fase de grupos de la Champions, el Madrid fue el que salió mejor parado con su victoria (in extremis, sí, con gol de Rodrygo en el minuto 89 y paradas salvadoras de Courtois, pero victoria al fin y al cabo) en el campo del Inter de Milán. El peor, sin duda, fue el Barça con su humillante derrota (más por el juego de equipo pequeño que por el resultado) ante el Bayern en el Camp Nou. Y el PSG se quedó a medias: sumó un punto ante el Brujas pero la primera aparición del nuevo tridente Messi-Mbappé-Neymar decepcionó. Esto no ha hecho más que empezar. Y sacar conclusiones sería tan precipitado como absurdo. Pero una cosa sí ha quedado clara: este Barça no está para competir en igualdad de condiciones. Al menos, de momento. Otra cosa será cuando Koeman empiece a recuperar efectivos.

En este sentido, el regreso de Ansu Fati (podría producirse ya la próxima semana) y el de Dembélé (tras el nuevo parón de selecciones) serán recibidos como fichajes de lujo y de rendimiento inmediato para un equipo que en estos momentos solo tiene dos delanteros: Memphis y Luuk De Jong. Ansu y Dembélé deben aportar desequilibrio, capacidad ofensiva y gol. Son imprescindibles para empezar a soñar con un futuro mejor… y Koeman se abrazará a ellos como a un salvavidas.