Europa espera redescubrir a un nuevo Barça

Una nueva etapa. El Barça vuelve a encontrarse con la Champions League con el recuerdo fresco de dos años que provocaron que la crisis económica de la entidad se agravara y acabara afectando los pilares de la misma entidad. El club siempre tiene presupuestado llegar a cuartos de final de dicha competición con lo que no pasar de la fase previa durante dos años seguidos fue un palo económico considerable.  

El uso de las palancas ha servido para paliar, en medida, la falta de recursos que ocasionó estas eliminaciones. Y es que la vida post Messi fue muy dura tanto en lo económico (por la disminución de atractivo que supone para las marcas apostar por un club que ya no tiene al número 1) como en lo deportivo. 

Un inicio

Al ganar las elecciones, el equipo precisaba de una reconversión para la que era obligada una inversión económica importante. Laporta recurrió a la herencia de Bartomeu para recopilar dinero y usarlo en la confección del equipo que le permitiera reencontrar el camino de la victoria.

Ganada la Liga, y con el optimismo reinante tras este inicio de curso en la competición doméstica, ahora toca ya volver a mirarse al espejo para comprobar adónde está el Barça. Y este espejo no es más que la propia Liga de Campeones, en la que antes se reflejaba el equipo y veía un horror y ahora espera comprobar que el Barça ha cambiado. Que el pasado fue algo que queda atrás y que el equipo está en disposición de olvidar estos malos recuerdos solapándole con nuevas noches memorables. Esto es lo que espera que pase el Barça a partir de mañana mismo.

Dada la gran renovación efectuada por Laporta, ya quedan pocos jugadores que sufrieron esas noches que enmudecieron a la afición. Era un equipo capactitado para mucho pero podrido por dentro y la renovación efectuada debe haber servido para acabar con las manzanas podridas que sumergieron al equipo en una fase negra. Europa espera redescubrir al nuevo Barça. Ese que deslumbraba, que ganaba o incluso perdía pero que nunca, nunca, acababa siendo una vergüenza para el aficionado.