Tú eres muy bueno

Leo Messi, durante la enterga del premio The Best de la FIFA el 23 de septiembre de 2019

Leo Messi, durante la enterga del premio The Best de la FIFA el 23 de septiembre de 2019 / AFP

Carme Barceló

Carme Barceló

Dembélé no ‘arma’ una oración, dice Messi. Pues el argentino construye frases que da gusto oírlo. Dicen que dijo el francés algo así como “eres muy malo” al señor Mateu Lahoz, colegiado reconvertido en personaje mediático que comparte diálogos con Trancas y Barrancas en ‘El Hormiguero’ como Piqué. Árbitro provocador y con ganas de parecer ‘colega’ de los jugadores, parece que escuchó una frase de Ousmane que ha supuesto que el chico se pierda el clásico. Aquí sí que la ha armado y gorda porque su juego desequilibrante y su incuestionable calidad no le hubiera ido nada mal a su equipo el día que se enfrentará al eterno rival. Pero su error de ‘cabeza loca’, de anárquico irreductible, le colocan en la grada. ¿Es lo que hay? Así parece, visto y oído lo que Valverde y Messi han dicho sobre él.

Palabras. De más y de menos. Cuán difícil es pronunciar las justas y en el momento adecuado. Leo, eres muy bueno. Así te lo digo, ‘colegueando’ como Mateu Lahoz. Has crecido por fuera pero mucho más por dentro. Tus últimas entrevistas, primero en este diario y ayer en RAC1, levantan el telón a un líder con mayúsculas, el mismo que estrena hoy un espectáculo de Cirque du Soleil inspirado en ti. De aquel chico tímido, introvertido, con la mirada perdida excepto cuando la ponía en el balón y en la búsqueda del compañero, es hoy el capitán que arenga a las masas, que lanza mensajes cargados de intención a la par que se muestra como un culé de corazón que ama Catalunya... hasta las trancas.

Leo entre líneas. Siempre hay que ver más allá, como el propio Messi en el campo. A saber: dialogar con hormigas ni le va ni le apetece. Con el presidente se puso en ‘pause’ después de Anfield. Habló mucho con Neymar pero acabó temiendo que Florentino pusiera punto y final a su conversación. Hacienda llamó a su puerta y casi cierra la de su casa para irse del país. Y, por encima de todo, dejó clarísimo que es un tipo de palabra. La que le dio al Barça y a su gente a los 13 años. Aquí sigue. Más grande, más fuerte y más bueno.