Empieza la cuenta atrás del presidente

Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, en un momento de su intervención en el Auditorio RBA

Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, en un momento de su intervención en el Auditorio RBA / Valentí Enrich

Joan Vehils

Joan Vehils

Esta semana ha hecho tres años desde que Bartomeu ganó las elecciones del Barça. Recuerdo el desayuno que tuvimos con el presidente y con Albert Masnou justo el día después. Estaba agotado pero feliz. Nos habló de que los ejecutivos serían quienes gestionarían el club, de que lo mejor que le pasó fue el abrazo con sus hijos y su esposa y de que aplicaría el lema que siempre le recomendaba su abuelo Josep: ‘Lo que funciona más vale no tocarlo’. 

Pues tres años después, muchas cosas han cambiado en la vida de Bartomeu. En su vida privada y en su día a día en el club. Desde el CEO del club al director deportivo. Y por si fuera poco, ha perdido a tres de sus cinco vicepresidentes mientras se ha fugado una de las estrellas de su proyecto. Es verdad que ha hecho muchas cosas y que su talante ha ayudado a limar asperezas con sus enemigos pero también es cierto que ha gobernado sin oposición. No obstante, sus peores horas han sido cuando ha tenido que lidiar con las presiones políticas y, sobre todo, ver cómo su principal enemigo se ha llevado las tres últimas Champions. Ahora, sus retos son crear un equipo competitivo, salvar la difícil situación económica, encontrar un patrocinador para el ‘Espai Barça’ y buscar un candidato interno. Casi nada. Si lo logra todo, el próximo presidente será Jordi Cardoner. De lo contrario, la candidatura continuista no tendrá ninguna opción. 

Recuerdo también que aquel día nos habló de restablecer las relaciones con Puyol, Abidal o Cruyff y de que Artur Mas y Oriol Junqueras fueron los primeros políticos en felicitarlo. Cómo ha cambiado todo en solo tres años...