Sin efectividad es imposible ganar

Gavi fue el mejor del Barça; el andaluz volvió a mostrar una personalidad enorme

Gavi fue el mejor del Barça; el andaluz volvió a mostrar una personalidad enorme / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Lo primero que hay que tener en cuenta es que en dos o tres días pocas cosas se pueden hacer para cambiar un equipo que está en clara dinámica negativa. Aun así, esperaba por lo menos una mayor motivación y un grado superior de intensidad tras el relevo en el banquillo de Ronald Koeman por Sergi Barjuan. Me gustaría poder decir que he visto un Barça diferente, pero me engañaría a mí y a todos los lectores.

En la primera parte, vimos un Barça lento, previsible, con mucha posesión (80 contra 20%) pero que hizo solo 3 remates, 2 entre palos y uno, el de Eric García, tras córner. Llegaba igual que siempre a tres cuartos de campo, pero ahí se le acababan las ideas para superar la defensa rival. Todos jugando el balón al pie, nunca al espacio (salvo Alba) y además se olvidaron de presionar tras pérdida en ataque y prefirieron defender en repliegue medio.

MEJORÍA EN EL SEGUNDO TIEMPO

Mejoró notablemente el equipo en el inicio de la segunda parte y con el gol de Memphis se puso brevemente por delante en el marcador, pero Rioja no dejó crecer al equipo azulgrana y en la siguiente jugada llegó el empate; el gol del Alavés llegó tras una genial asistencia de Joselu para su compañero que batió a Ter Stegen. A partir de ahí, insistió el conjunto blaugrana a la búsqueda del triunfo y encontró recursos para marcar con dos geniales acciones de Nico y Gavi que dieron sendas asistencias a Memphis, pero Sivera neutralizó lo que podría haber sido el segundo gol del Barça.

Era ya otro ritmo de juego, con presión alta y muchos más remates a portería. En esa fase del choque, el equipo tuvo ocasiones suficientes como para acabar ganando el partido, pero de nuevo faltó efectividad y de esa manera es imposible ganar.