Doble festival del Barça

Goleada del Barça ante Osasuna

Goleada del Barça ante Osasuna / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La herencia de Bartomeu fue nefasta. Con una deuda de 1.500 millones de euros que el Barça arrastrará durante años. Pero no todo el legado del expresidente fue tan malo. Hizo cosas buenas. Incluso muy buenas. Como la apuesta real y definitiva por el fútbol femenino. La profesionalización de la sección permitió crear un equipo campeón, que hoy es el mejor del mundo. Con un modelo ganador basado en el estilo (siempre el estilo) y en la cantera (siempre la cantera) que ha convertido el Barça femenino en una máquina perfecta de ganar y conquistar títulos. Los frutos de la apuesta por el fútbol femenino llegaron la pasada temporada, con Bartomeu ya fuera del club. La consecución de un doblete histórico (Liga y Champions) fue la culminación del extraordinario trabajo hecho en los últimos años. Y que esta temporada va camino de mejorarse, a pesar del sorprendente y todavía no bien explicado cambio de entrenador.

El Barça ganó ayer la Liga goleando al Real Madrid en el estadio Johan Cruyff. A las blaugranas les han sobrado seis jornadas. Su superioridad ha sido abrumadora. Han logrado la victoria en todos los partidos disputados hasta ahora (24), han marcado 136 tantos y solo han encajado 6. El dominio ha sido total y absoluto. Como consecuencia de su extraordinario juego, que nos recuerda los mejores tiempos del Barça de Guardiola. Alexia Putellas, la mejor futbolista del planeta, es la estrella. Pero a su alrededor giran una serie de jugadoras de talento inmenso que han construido un equipo invencible que aspira a ganarlo absolutamente todo. 

Sin duda, el Barça femenino es ahora el espejo en el que debe mirarse el Barça masculino. El equipo que Xavi está construyendo está todavía muy lejos de ser un equipo campeón. Pero va por el buen camino. El proceso es largo y habrá momentos de dudas. Como sucedió el pasado jueves ante el Galatasaray. Sin embargo, los cimientos ya están puestos. Se ha recuperado el estilo y el gol. Las dos claves para aspirar a ganar partidos y títulos. Si este Barça juega con intensidad (lo hizo ayer contra Osasuna) es capaz de todo. De remontar, por supuesto, en Estambul. Y de dar el golpe en el Bernabéu. El cómodo triunfo frente a los navarros era imprescindible para borrar las dudas surgidas ante los turcos. Cuatro goles (dos de Ferran Torres, uno de Aumabeyang y el último de Riqui Puig) sirvieron para seguir con la trayectoria impecable en la Liga en este 2022 (23 puntos de 27, con 7 victorias y 2 empates) y para demostrar que este Barça tiene presente pero, sobre todo, mucho futuro.