El difícil equilibrio entre Xavi y el Barça

El técnico quiere fichajes, pero la situación económica es complicada

Es el momento de ser imaginativo. Oriol Romeu es el ejemplo de una buena gestión

Xavi, durante el Barça-Milan de pretemporada

Xavi, durante el Barça-Milan de pretemporada / VALENTÍ ENRICH

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Fue acabar el partido y Xavi Hernández, además de felicitarse por las buenas sensaciones de esta pretemporada, reclamó fichajes. Eso es algo que todos los técnicos suelen hacer a estas alturas del curso detectando carencias y mirando más allá del verano porque la temporada es muy, muy larga.

Xavi está en su obligación de intentar llegar a un escenario de máximos, pero también conoce la realidad de un club que, hoy por hoy, no está para realizar grandes operaciones. Internamente deben tener muy claros los objetivos pero alguno de los nombres que están saliendo a la luz pública desde el entorno del entrenador son absolutamente imposibles salvo milagro o que se dé alguna venta indeseada que haga entrar muchísimo dinero en caja.

No es fácil el equilibrio entre un entrenador, su área deportiva y el club y más en la situación en la que está el Barça. Y es normal que surjan tensiones y alguna discrepancia de criterio, pero lo importante es que todos vayan a una. A partir de hoy, cuando se confirme la salida de Dembélé, Xavi y Deco, los dos máximos responsables deportivos de la entidad, deben consensuar los próximos pasos a dar en el proyecto y, sobre todo, trabajar con realismo. Siempre puede surgir una oportunidad inesperada, un chollo de mercado, pero la realidad es cruda y ahora lo más efectivo es ir a por objetivos realistas y que puedan mejorar al equipo.

El gran ejemplo de fichaje es Oriol Romeu. Llegó sin hacer ruido, ha sido la incorporación más barata de la última década y ya claramente apunta a la sorpresa agradable de la temporada. No por pagar dinero o por incorporar futbolistas con nombre se aseguran rendimiento inmediato. Ahora es momento de arriesgar y apostar por futbolistas que puedan cuajar en el estilo de Xavi y que sumen más en el campo que en la nómina de gastos del club. Se ha ido Dembélé, pero se abren oportunidades.