Dembélé o Adama, una decisión de alto riesgo

Adama Traoré, una de las incorporaciones del FC Barcelona

Adama Traoré, una de las incorporaciones del FC Barcelona / VALENTÍ ENRICH

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

A la espera de la alineación que saque Xavi esta noche en Nápoles, la tendencia de sus preferencias tras los refuerzos del mercado invernal confirma que Adama vino para cubrirse las espaldas por si se dejaba de contar con Dembélé tras su negativa a renovar. No en vano, ambos extremos prácticamente no han jugado juntos y por algo será. Contra el Atlético, Adama fue titular y Dembélé le sustituyó en el minuto 61.

Contra el Espanyol, Adama jugó todo el partido y, con el marcador en contra, detalle muy importante, Dembélé entró en el 72 por Gavi. Ahí coincidieron 18 minutitos más los seis de alargue. Contra el Nápoles, de nuevo Adama fue titular y Ousmane entró por él en el 65. Y en Valencia, el titular fue Dembélé y cuando Adama entró en el 81, el francés ya hacía diez minutos que había sido sustituido por Nico. O sea, 24 minutos mal contados en cuatro partidos. Significativo.

EL FUTURO. Aunque por distintos motivos, la relación contractual de ambos con el Barça termina el 30 de junio. Dembélé acaba contrato y Adama termina cesión. Dembélé no quiso renovar, con el consiguiente escándalo/polémica/show o como quieran llamarlo, y Adama está claro que sueña con quedarse. Habría que pagar un traspaso, pero un trueque con Trincao evitaría al Barça rascarse el bolsillo, que al fin y al cabo es de lo que se trata.

Parece que está claro, ¿no? Pues no lo está tanto, ya ven que vuelven a marear la perdiz con la renovación de Ousmane. Esto ya ha dado tantas vueltas, han tragado todos tanto, que tragar otra vez no tendría más importancia que la que pueda afectar al orgullo de la afición. La cuestión es que con el boom Aubameyang y la clara apuesta por Ferran Torres, el fichaje franquicia, no queda más que un sitio libre en la delantera. Y si me apuran, ni eso, pues Gavi se ha hecho fuerte como falso extremo.

Y de cara a la próxima temporada, el regreso de Ansu Fati y el fichaje estrella pendiente todavía dejarán menos espacio. Habrá que decidirse por uno de los dos, pues mantenerles a ambos en nómina sería un lujo caro. Decide Xavi, paga Laporta. Una decisión de alto riesgo habida cuenta de los precedentes de los últimos cuatro años y medio.

La clave: Xavi no les hace jugar juntos y la próxima temporada aún habrá menos sitio para los dos.