¿Debe el Barça hacer jugar a Dembélé?

Dembélé sigue sin renovar

Dembélé sigue sin renovar

Albert Masnou

Albert Masnou

La teoría camina por un sendero que nada tiene que ver con la práctica. Y en un momento puede ser válida una decisión que meses después se cuestiona.

Uno de los episodios que demuestra esta incongruencia podría ser el caso de Ousmane Dembélé, cuyo contrato acaba a final de temporada. El francés viajó esta semana a Finlandia para recibir luz verde del médico que le operó para empezar a jugar. Y efectuado este último paso, Dembélé está a disposición de Koeman para reaparecer este miércoles contra el Rayo.

El Barça podría actuar con Dembélé de la misma manera que hizo con Ilaix Moriba, quien fue relegado al juvenil si no firmaba la renovación de un contrato que acababa, como el de Dembélé, en julio de 2022. Ilaix no renovó y fue traspasado a inicio de curso. “Para que aprendan todos”, nos dijeron. “Aquí hay que defender los intereses del Barça”. O “no facilitaremos su promoción para que luego se vaya gratis”. Todo eso se argumentó para ejemplificar un cambio de dirección en materia deportiva. Mano dura.

El caso es que no han pasado ni tres meses y el Barcelona se encuentra en una situación parecida. Dembélé está para jugar y puede irse libre en julio. Es más, el club tiene constancia de que su agente ha contactado con la Juventus y ahora con el Newcastle y, de momento, hace oídos sordos a las llamadas del FC Barcelona.

El Barça tiene dos opciones encima de la mesa: no hacerlo jugar que, viniendo de tantas lesiones, obligaría a cualquier club interesado a valorar dos veces su fichaje. O, dadas las necesidades del equipo en ataque, olvidarse de Ilaix y de la política asumida en su momento y permitir que Koeman cuente con Dembélé de forma inmediata

Está claro que su incorporación supondría una mejora para el equipo porque el francés aportaría un uno contra uno tan necesario y ocuparía una vacante en la zona de ataque que hoy ocupa un lateral (Dest). Con Dembélé, el Barça sería más fuerte pero, al mismo tiempo, facilitaría que dentro de dos meses, a partir del 1 de enero, pueda firmar un contrato con el club que quiera sin necesidad de pagar un transfer habiendo “facilitado su promoción”.

¿Qué debe hacer ahora el Barcelona?, ¿dejarlo jugar para darle armas a Koeman aunque sea a costa de que en julio el francés se vaya de rositas?