¡Cómo somos los culés!

Lewandowski, durante una acción del encuentro en Vallecas

Lewandowski, durante una acción del encuentro en Vallecas / VALENTÍO ENRICH

Carles Sans

Carles Sans

Después del partido contra el Oporto estamos todos que nos deshacemos con Joao Cancelo. Eso, de momento; hasta el próximo domingo después del otro partido, del que seguro hablaremos, para bien o para mal, de otro jugador.

Ahora el héroe de la semana es Cancelo. Lo es por méritos propios porque sacó la calidad y la fuerza que tiene y contribuyó a la reacción del Barça, después de recibir, como ya viene siendo una costumbre, un gol en contra. Hoy todos somos Cancelo, y queremos, yo también, que se quede con nosotros a final de temporada. Sin embargo, casi nadie, al menos esta semana, va a estar con Lewandowski.

Después del partido del martes las redes se llenaron de comentarios cuestionando el papel del polaco. Esta semana toca machacar a Lewandowski, el mismo que elogiábamos hace aproximadamente quince días después de marcar dos goles contra el Alavés. Pero así son las cosas en can Barça. 

Si el domingo que viene marca goles frente al Atlético, Lewandowski volverá a ser el que todos deseamos. La verdad es que tiene su lógica; al polaco se le fichó para que marcara muchos goles, y lo cierto es que en bastantes partidos anda bregando con los centrales contrarios sin sacar provecho de su calidad. Muchas veces se le ve yendo a buscar pelotas demasiado arriba para poder, supongo, tocar alguna. En el Barça hacía muchos años que no teníamos un delantero centro de este tipo, y nos cuesta, al menos a mí, ver un delantero de sus características. 

Me pregunto ahora si en una noche en la que hemos pasado a la siguiente fase de la Champions, y remontando, deberíamos buscar chivos expiatorios como solemos buscar; pero claro, me acuerdo que soy del Barça hasta la médula y que es obligado no fijarse únicamente en los que brillaron, como Cancelo, sino también en los que flojearon como De Jong o Koundé, que, por cierto, cada día me transmite más dudas.

Ser del Barça es lo mejor que hay, lo dice el himno y lo digo yo; sin embargo, va en nuestra naturaleza no descansar si antes de acostarnos no cuestionamos un poco al entrenador, a algún jugador o a la directiva.