Era la Copa pero parecía la Champions

El Barça celebró una nueva clasificación para semifinales de la Copa

El Barça celebró una nueva clasificación para semifinales de la Copa / DAVID RAMÍREZ

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Gran noche de fútbol en el Camp Nou. Noche mágica, remontada espectacular y un equipazo que quiso ganar y ganó cómo quiso. Miren por donde, esta Copa que algunos, demasiados, los de siempre, los que no la ganan, llevan despreciando durante tantos años y, lo que es peor, intentando que también la desprecie el Barça, que es el equipo que más la dignifica, puede ser la catapulta hacia un nuevo triplete. Y no, no crean que estoy lanzando las campanas al vuelo de manera gratuita.

No, esa remontada ante un buen equipo como es el Sevilla, sirve para demostrar la fortaleza mental del Barça. El fútbol y el talento es innegable que el equipo barcelonista los tiene, pero en los torneos del KO es necesario un plus de mentalidad y Messi y compañía han demostrado al mundo entero que también van sobrados de ambición, precisamente cuando ese mismo mundo entero creía, equivocadamente, que este año iban a bajar la guardia en la tercera competición para ser más fuertes en la primera, que no es otra que la Champions. 

TODO PERFECTO

Pues bien, todo, todo, todo, a excepción de la poco más de media entrada que registraron las gradas del Camp Nou, nos recordó ayer a la Champions. La mentalidad del equipo, la intensidad del juego, la posibilidad del drama, la emoción, el espectáculo... Era la Copa, pero parecía la Champions, creo que este es el mejor homenaje que le podemos hacer a la actitud del equipo.

Y a la vez, esta Copa sirvió para recuperar a Coutinho, al que Messi, en un ejercicio de infinita solidaridad dejó tirar el penalti que abrió el marcador, para certificar la calidad de un portero suplente con alma de titular que salió del Camp Nou como uno de los héroes de la eliminatoria y confirmar por enésima vez la profesionalidad y ambición de los jugadores y el técnico del Barça. El 6-1 final es un golpe a la moral de todos sus rivales, los de la Copa, los de la Liga y los de la Champions. Todo, pues, perfecto.