Las cifras de Spotify

El fundador de Spotify, Daniel Ek.

El fundador de Spotify, Daniel Ek.

Marc Menchén

Marc Menchén

No, no voy a descubrirles hoy la fórmula de la Coca-Cola en la que se acabará convirtiendo el contrato del FC Barcelona con Spotify. Todas las fuentes apuntan a que el monto total estará entre 62,5 millones y 65 millones de euros, aunque algunos prefieran hablar ya de 70 millones como si ganar la Champions League y LaLiga cada año sea hoy plausible. Nunca se sabrá oficialmente, pues las dos partes se han ceñido a una cláusula de confidencialidad que no me parece mal. Por una concepción mal entendida de la propiedad, el Barça ha desnudado demasiadas veces demasiados contratos que sólo daban pistas a la competencia, que jamás suele desvelar oficialmente cuánto cobra de cada uno.

El difícil equilibrio entre gestionar la multinacional futbolística que es el Barça con el asamblearismo de club social se plasmará en la asamblea de compromisarios del 3 de abril. Allí se votará un contrato del que no se darán a conocer las cifras. Y tampoco están obligados a ellos, pues los estatutos sólo exigen ratificar los acuerdos de la junta directiva, no que se desmenucen todos los detalles. Pero, y aquí la contradicción, ¿para que va a servir esa votación más allá de dar a algunos la sensación de que sí influyen en la gestión?

De nada. De nada sirve decidir una votación en función de si gusta el logo plasmado o hay remilgos con su procedencia. En 2011 se votó a favor de estampar la marca de Qatar en la camiseta con un 86% de síes. El argumento, como imagino se jugará diez años después, volverá a ser el económico. O Spotify y sus más de 60 millones de euros anuales, o el vacío que complica la recuperación económica del club.

Si los ejecutivos, o los miembros de la junta directiva, consideran que es la mejor opción que había sobre la mesa, ese es el criterio que debe prevalecer. Para eso los socios eligieron a la junta directiva de Joan Laporta y esta, a su vez, al mermado comité de dirección que ha lidiado con las negociaciones. Ellos son los que tienen el conocimiento sobre la situación del mercado y la realidad de lo que es aceptable o no actualmente.

Y eso me lleva a una reflexión final. Entendiendo que “hay que vender optimismo”, algo que se repite mucho en los despachos del Camp Nou, creo que la situación exige cierta madurez a unos y otros. Lo contrario, tan solo puede llevar a la frustración. Sucedió con la continuidad de Messi, con el valor del patrocinio principal -siempre se dijo que había ofertas superiores a la de Rakuten- y probablemente pasará con los 350 millones de Barça Studios y CVC.