El Barça, sin tiempo para lamentaciones

Rueda de prensa de Xavi Hernández

Rueda de prensa de Xavi Hernández

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La derrota, injusta, del Barça en Milán fue un mazazo emocional para el equipo y para los aficionados. Pero en el fútbol no hay tiempo para lamentaciones. Y menos para el conjunto blaugrana, que sigue inmerso en una apasionante y compleja maratón de partidos que no le permite mirar atrás. Cualquier despiste, cualquier distracción, se paga muy caro. La próxima semana, el Barça se enfrenta a dos finales ante el Inter (Champions) y el Madrid (Liga). Aunque antes recibe al Celta con la obligación de ganar para mantener el liderato, especialmente tras la victoria cosechada ayer por los blancos en el campo del Getafe.

Todos los encuentros antes del nuevo parón provocado por el Mundial son trascendentales para los blaugranas. Y Xavi es consciente de que el duelo de esta noche debe servir para recuperar la ilusión y reconducir el estado de ánimo de los culés. Este Barça que se está construyendo con tanto esfuerzo como entusiasmo aspira a todo y ha llegado el momento de demostrarlo. El técnico no reservará a nadie porque el triunfo resulta imprescindible.

Las bajas en defensa obligarán a improvisar una nueva retaguardia, pero el resto del equipo será el de gala. A la espera de que Lewandowski se reencuentre con el gol tras el paréntesis de San Siro y con la esperanza de que Pedri ofrezca su mejor versión para dirigir el ataque blaugrana. El rendimiento del Barça en la Liga está siendo espectacular (seis victorias y solo un empate en siete encuentros, con 19 goles a favor y 1 en contra) y Xavi quiere proseguir con ese ritmo imparable para afrontar el clásico en una situación de privilegio. 

FUERA LASTRE

Vender a Griezmann por 20 millones cuando costó 135 no es un bueno negocio. Se mire como se mire. Se explique como se explique. Pero es que la situación económica del Barça obliga a tomar decisiones desesperadas, aunque sean en contra del sentido común.

El único objetivo del traspaso de Griezmann a tan bajo precio (cuando se había pactado la cifra de 40 millones con el Atlético en el acuerdo de cesión con opción obligatoria de compra) es evitar que el delantero francés vuelva al Camp Nou la próxima temporada, lo que obligaría al Barça a pagarle su salario de más de 20 millones de euros.

Y eso, irremediablemente, complicaría aún más el ‘fair play’ del club blaugrana. Se trataba de quitarse lastre, como se ha hecho el con el resto de los pésimos fichajes de la última etapa de la anterior junta directiva. La terrible herencia...