Al Barça le sobraron cinco minutos en Moscú

El CSKA acabó penalizando los errores del Barça en la recta final

El CSKA acabó penalizando los errores del Barça en la recta final / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

EL CSKA NO PERDONA

Ganar en Moscú es casi una quimera. Pero el Barça estuvo en el partido casi siempre. La mentalidad del equipo fue excelente. Más allá de los balones perdidos y los rebotes concedidos, lo cierto es que los blaugrana hicieron un partido muy serio, muy concentrados y valientes. El problema es que los jugadores rusos saben penalizar cualquier equivocación del rival. Obligan al contrario a jugar siempre al límite. Y esta máxima se cumplió cuando los hombres de Sito Alonso se desfondaron en el tramo final del encuentro. Creo que el técnico del Barça debió hacer cambios en ese momento, ya que jugadores como Pressey, Hanga o Tomic, que habían jugado muy bien hasta entonces, estaban cansados. En todo caso, la imagen general del Barça fue buena. Algo que parece demostrar que el grupo está creciendo y que tiene más confianza en sus posibilidades.

DICIEMBRE DE LOCURA

La Euroliga no da tregua. Al Barça le quedan cinco partidos por disputar antes de que finalice el año y la primera vuelta. Todo un reto para un equipo que necesita victorias de manera urgente. Serán tres duelos fuera -Madrid, Baskonia y Khimki-, y dos en el Palau contra el Fenerbahce y el Unicaja. No hay duda de que este calendario tan duro marcará las posibilidades blaugrana en la competición. Es evidente además que el Barça debe empezar a ganar lejos del Palau. Tras la derrota en Moscú, el balance fuera de casa es de 0-4. No es posible imaginar a un equipo que quiera pasar a cuartos siendo incapaz de ganar a domicilio. Por tanto, cabe exigir a los blaugrana un extra de rendimiento ante cualquier circunstancia. Pueden hacerlo, ya que jugadores como Sanders, Seraphin, Tomic o el mismo Pressey, están cada vez más acoplados. Hay equipo para luchar por una de las ocho plazas que marcan el corte.