El Barça, en un momento clave

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Gerard López

Gerard López

El actual es un momento trascendental para el Barça. A nivel deportivo, con un preocupante bagaje en Liga, y a nivel institucional, con unas elecciones en las que el club se juega su futuro a medio y largo plazo.

En cuanto a la situación del equipo, me da la sensación de que Ronald Koeman está haciendo todo lo posible para sacar el máximo rendimiento de sus jugadores, también a la hora de las rotaciones, pero no acaba de dar con la tecla. La pregunta es, ¿por qué el Barça es tan fiable en Europa y tan irregular en la Liga? Una explicación es que en el campeonato doméstico te conocen mejor, y que además estás acusando el esfuerzo de tantos partidos entre semana con una plantilla corta, agravada por las lesiones. 

Las derrotas más difíciles de entender son las sufridas en Getafe y Cádiz, así como el empate en Vitoria jugando tantos minutos con superioridad. Los madrileños te vienen a buscar más arriba, pero estos partidos han tenido en común que han llegado ante equipos que se cierran mucho atrás y cuanto más gente acumulas tú por el centro, más difícil es encontrar los espacios. Coutinho, Pedri, Messi, Griezmann... el perfil es de mediapuntas más que extremos, pero entiendo que Koeman no quiere romper su sistema porque su eje está en el doble pivote y considera que le proporciona más equilibrio defensivo.

Y es que, en realidad, el Barça no recibe tantas ocasiones a nivel de transiciones, de contragolpes, es más sólido, pero está encajando por errores puntuales y de concentración individual que le están penalizando muchísimo. La Liga es la competición del día a día, la que te pone en tu sitio, y el Barça no puede renunciar. 

Da la sensación de que en Europa sí es un equipo fiable, pero se hace necesario comprobar si el buen momento en la Champions League es real o fruto de un grupo con rivales, a excepción de la Juve, bastante flojos. Se acerca un sorteo de octavos donde ya te puede tocar, a eliminatoria, un contrario que te haga sufrir, por eso no hay que desenchufarse de la Liga y mucho menos cuando todavía estamos en el mes de diciembre.

Más realidades y menos promesas

Si el momento deportivo es clave, hay que prestarle también toda la atención al institucional. El club sigue inmerso en el proceso electoral y cada semana queda menos para la fecha de las elecciones. Todos los precandidatos ya han salido al ruedo, y son unos cuantos, ni más ni menos que nueve, pero hay una idea que debería prevalecer y más ante la encrucijada en que se encuentra el club. Sobre todo, que no se engañe al socio con promesas que después no se cumplirán, quien quiera dirigir el Barça debe ser coherente con la situación real de la entidad y no satisfacer su ego o darse a conocer con fichajes estrella que, por la situación económica, es obvio que no se podrán acometer. 

La llegada de un futbolista no soluciona los problemas reales del club. Estas deben ser unas elecciones de proyecto de futuro, no de incorporaciones de relumbrón. A mí, personalmente, el precandidato a la presidencia que no me dé un proyecto de futuro a todos los niveles, económico, social y deportivo, no me vale la pena y ya me puede prometer un Haaland o incluso un Mbappé. Me interesa quien ofrezca un proyecto transversal y piense en todos los estamentos del club. No está la realidad del Barça para que salgan los oportunistas, para que se formulen promesas que no se podrán cumplir. La situación es delicada y lo que se necesita son ideas, proyectos y realidades.